El Madrid arranca su auténtico maratón
Vas cayendo en el dolor de manera tan gradual que no te das cuenta de que te estás haciendo daño", dijo el maratoniano John Harrington sobre esa profesión para tarados a la que decidió consagrar su vida. Alguna vez he pensado en esta frase mientras corro, pero también cada vez que un equipo con grandes ambiciones llega al tramo decisivo de la temporada. Porque, invariablemente, lo hacen golpeados y sabiendo que les queda lo más duro por delante. Es febrero y como cada febrero comienza la verdadera carrera para el Real Madrid. Hasta ahora se trataba de no despeñarse; a partir de esta noche toca apretar los dientes para que brillen como el marfil en la última foto. Pero un vistazo al corredor hace intuir que algo le duele.
Porque Benzema acaba de bajar de la camilla y su presencia en rueda de prensa me recuerda a los mascarones de proa de los buques antiguos. Karim para infundir valor a los nuestros y pánico en el adversario aunque sea descascarillado. Ayuda también que poner a Mariano y Jovic sería como salir a la guerra con el Baby Feber colgado de la punta del barco. Porque la fobia de Carletto a las rotaciones está convirtiendo los músculos del equipo en un amasijo duro que se estremece de dolor al mínimo roce. Porque uno imagina cómo andarán los niveles de glucosa del Madrid cuando Gareth Bale pasa del ostracismo a la mejor de las soluciones para medirse a un equipo en el que juega un tal Leo Messi.
Hablando del argentino, me sorprendió que casi ningún periodista preguntara por él en la rueda de prensa previa al gran partido. Para este olvido solo albergo dos explicaciones y las dos son peligrosas para los intereses del Madrid: que le vean ya como jubilado que habla con las palomas en alguna calle de Rosario o que eviten mencionarle cinco veces, como a Candyman, por si después se les aparece por espalda con un gancho afilado en ristre. No le sucede lo mismo a Carlo Ancelotti, perro viejo, que en un desliz reconoció rumiar la opción del cuarto centrocampista. Buena solución para buscar el control ante un PSG con peso en el medio. Aunque la eliminatoria para el Madrid debe estar en las bandas, con Vinicius y Rodrygo explotando las carencias defensivas del PSG en esa zona clave.