El gol de Hermoso es oxígeno para el Atlético
Fue una montaña rusa de emociones y errores lo vivido en los primeros 45 minutos en el Wanda Metropolitano. En un homenaje al error y falta de concentración, el Atlético y el Getafe se fueron con un 3-3 al vestuario más pendientes de corregir que de celebrar. Lo ocurrido en el segundo tiempo fue más de guion de otra época que de la actual. Tras la expulsión de Felipe por confundir violencia con intensidad, los rojiblancos mutaron a un 1-4-4-1 agazapados esperando la contra o una jugada a balón parado. Para ello Simeone contó con la buena predisposición (y acierto) de los cambios, donde João, Vrsaljko, De Paul y Hermoso le dieron vigor y gol.
Todo lo contrario los getafenses, que no digirieron bien jugar con uno más, los de mi admirado Quique se quedaron por momentos en tierra de nadie, más precavidos de mantener la pelota que de dar ese paso adelante en busca de la victoria. A pesar de los cambios que buscaban otros caminos más ofensivos, estos no se vieron reflejados en el campo, donde daban más la sensación de precaución que de ambición.
Oxígeno puro el golazo de Mario Hermoso para sacar a los rojiblancos de la UVI y pasarlo a planta. A ver si esta es la vencida para de una vez por todas la afición rojiblanca vea a su equipo dado de alta.