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Cristo no comulga con los críticos

Valladolid

"Pueden decir misa, que a mí me da igual". Esta fue la curiosa respuesta de Cristo González dedicada a aquellos que critican su juego. Parece que al canario no le han gustado ciertos comentarios críticos de los que religiosamente pagan su abono para ver los partidos del Real Valladolid. Convendría recordarle a Cristo varias cosas, entre otras, que su sueldo sale del cepillo de esos fieles, a veces sufridores, que van a misa cada domingo. Digo yo que esos incondicionales devotos tendrán el derecho en su libertad de conciencia a expresar su opinión según les parezca. Equivocado o no, el juicio de cualquier aficionado del Pucela merece el máximo de los respetos.

El canario, a la vista está, es incapaz de aceptar las críticas; al menos ,cuando estas no le favorecen. Mal asunto para un jugador de fútbol profesional. Por otro lado, es evidente que los juicios de valor a Cristo sí le afectan aunque él lo niegue; de lo contrario, no habría entrado en esa dinámica de responder a través de sus redes sociales. Me pregunto en estos casos dónde está el famoso entorno del jugador. ¿Es que no hay nadie alrededor que sea capaz de asesorar al futbolista y aconsejarle? A veces pienso que quienes se sitúan al lado de los jugadores de fútbol únicamente se centran en intereses espurios. Cometer un error está al alcance de un clic, algo que debiera ponernos en sobre aviso de la peligrosidad que tienen las redes sociales cuando se hace un mal uso de ellas. Cristo utilizó su red social para expresar una reflexión que bien podría haber valorado unos cuántos segundos antes de publicarla.

Cristo no es infalible, se ha equivocado, pero por suerte la vida nos da la oportunidad de resarcirnos de algunos errores y revertirlos. No estaría mal un rectificación. De buena vibra lo digo, queremos ser seguidores de Cristo, seguir tus pasos y ascender al infinito junto a ti; nada nos gustaría más, pero por favor, cambia el último salmo de Tik Tok, que esa no es ni mucho menos... la palabra de Cristo.