Florentino no es el pardillo
Creo que Mbappé va a jugar en el Real Madrid. Ya lo he dicho anteriormente. Es más, bromeo con eso de que, por ahora, está cedido en el PSG. Es una licencia poética que me permito en la seguridad de que, a finales del próximo junio, será presentado en el nuevo y monumental Bernabéu. Me basta con saber que ha rechazado seis ofertas de renovación del PSG y que Florentino Pérez le 'ronea'. Para mí, suficiente. Ya sabe, si juega al póquer y a los cinco minutos de partida aún no han localizado al pardillo, levántese de la mesa: es usted...
Todo el mundo tiene prisa con Mbappé, pero cuando le preguntan al jugador, que es el único dueño de su futuro, no dice nada nuevo. Por parte del Madrid, la voz autorizada, su presidente, resume el asunto con una palabra: "Tranquilos". Florentino maneja los tiempos del club. Y de eso, de administrar tiempos, sabe más que la mayoría: formar desde la nada un Grupo con presencia en los cinco continentes no se hace al tuntún. Fichar a Mbappé requiere de una estrategia, y él es una persona reconocida en todo el mundo precisamente por eso.
Pero todo esto ya lo saben de sobra los socios del Real Madrid, quienes, por cierto, una de las exigencias históricas que le hacen a su presidente es que el Club se gobierne con independencia y autonomía, ajeno a los intereses u opiniones de otros que no sean ellos, su masa social. Por eso los madridistas de cuajo no hacen mucho caso del torrente de noticias que cada día llueven sobre Mbappé. Cuando ven, escuchan o leen tantas cosas y tan dispares, a los socios del Madrid sólo les viene una palabra a la cabeza: "Tranquilos".