El Pucela pierde brillo
El Real Valladolid de las cuatro victorias consecutivas vio truncada su racha en La Romareda después de un partido poco brillante, otro más. En los últimos encuentros, los pucelanos han perdido la brillantez del pasado, pero a base de confiar en el trabajo, en las cosas que saben que hacen bien, los de Pacheta iban sacando los partidos. Cuando generas 10 ocasiones es más fácil que entre una que cuando tienes una, como ayer. Es así. Y no contamos las dos acciones de Cristo que no se pueden contar como ocasiones porque no llegó a disparar. Es difícil de entender cómo no fue capaz de decidir en la última contra y da pie a pensar en la razón por la que Weissman no estaba en el campo. Si esa oportunidad la tiene el israelí...
Los de Pacheta estuvieron bien en el campo, aguantaron el tirón cuando los zaragocistas apretaron y fueron capaces de llevar el dominio del encuentro en otros tramos del encuentro, pero el aluvión de ocasiones no llegó. Y no llegó porque ni Morci, ni Plata tuvieron su mejor día. El vasco pretendiendo marcar las diferencias, perdiendo balones y estrellando la mayoría de sus centros en el lateral contrario. El ecuatoriano, como suele ser habitual, mezcló buenas acciones con otras malas hasta el minutos 60. Después es un desastre. Cuando no pierde balones que generan peligro, elige mal en ataque y sino se ve implicado en una acción que le costó la expulsión. Para mí es roja, pero cuando hagan esas faltas a los blanquivioletas exijo que también lo sea.
Con el empate en Zaragoza, el asalto al primer puesto tendrá que esperar. Faltan muchas jornadas todavía y a pesar de haber empatado un partido que era de ganar, en el que se pudo hacer más, sobre todo, en la primera parte, hay que valorar que el equipo es solvente, no pasa problemas en defensa, aunque los aragoneses son de los equipos menos goleadores, y volvió a dejar la portería a cero. Desde que Masip es titular, los blanquivioletas han encajado un gol en cinco partidos y ese sí es el camino para ascender. No encajar y acertar de cara a la portería contraria. Hoy no fue el día.