Eliminados y enfadados, pero muy orgullosos

Continúa la maldición contra el Madrid, esa que dice que el Elche lleva 44 años sin tumbar al conjunto blanco. En esta ocasión tampoco llegó la esperada victoria, aunque se tuvo cerca. Se acarició como nunca y el Martínez Valero, por momentos, se vio en cuartos de final y tumbando a una de sus bestias negras. Jamás había eliminado el Elche al Madrid en Copa. Este era el tercer precedente y quedará marcado por varias cosas, pero, sobre todo, por el enfado con el que la afición del Elche se fue del estadio por el gol anulado a Fidel. Falta o fuera de juego. Nunca se sabrá por qué no subió al marcador ese 2-2 en el último suspiro.

El Elche hizo un esfuerzo titánico. Compitió como nunca, pese a las numerosas bajas. Muchos jugadores terminaron tocados, fruto del desgaste. Pero “llenos de orgullo”, como dijo el capitán Gonzalo Verdú. El Elche tiene equipo y entrenador para salvarse sin problemas y plantilla para jugarle de tú a tú a los grandes, como demostró ante el Barça y ayer frente el Madrid. El domingo llega el segundo round, pero en esta ocasión el partido tiene puntos en juego. La vida del Elche pasa por LaLiga. Compitiendo así y con jugadores como Lucas Boyé, por ejemplo, en el campo todo puede pasar para asaltar por primera vez la Casa Blanca.