El cafre y los irresponsables
El 99,999 por ciento de los béticos no se dedica a tirar barras a las cabezas de los futbolistas. Lo hizo un cafre, al que habrá que localizar, perseguir, denunciar y no permitir que vuelva a entrar en un estadio de fútbol. Nunca más. Y sí, lo siento: la ley dice que no se pueden dejar introducir palos (y otras muchas cosas) en tu campo. Si te lo cuelan, lo tiran y encima tienes la mala suerte de que impacta en la cabeza de un jugador rival, justo delante del árbitro... Decidirá el Comité de Competición.
Del desgraciado lance hay que esperar severidad y que Jordán se encuentre en perfectas condiciones físicas. Pero también ejemplaridad, y no hablo sólo de cierres de gradas o de partidos perdidos. El imbécil que lanzó el objeto al césped lleva toda la semana, desde el pésimo arbitraje de Vallecas, viendo y leyendo cómo directivos del Betis, algún empleado de la comunicación y ciertos seudoinformadores oficialistas no sólo contribuían a la especie de que existe una conspiración arbitral contra el equipo de Pellegrini, encabezada por Medina Cantalejo. Mucho más grave que todo esto: varios de esos conspiranoicos públicos han llegado incluso a reírse (reírse, sí) de las amenazas que el presidente del CTA denunció a la Policía. Su tremenda irresponsabilidad contribuye a que de aquellos polvos tengamos estos lodos.