Abundancia y fe en la delantera
Como el Barcelona se ha convertido en una cuestión de fe, nada mejor que recuperar a los maestros para ir preparándose para el partido de mañana contra el Madrid, que pinta muy favorable a los blancos, pero donde llega el equipo de Xavi con una inusual catarata de buenas noticias. Algo absolutamente inusual. Ante este panorama, nada mejor que tirar de fe, que es lo que más ha caracterizado la gestión de Laporta en estos meses. La fe se premia si hacemos caso a los Evangelios: "Porque todo el que tiene, se le dará y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará" (Mateo 25:29). Es decir, que si se sigue el ejemplo del club que más ha triunfado en el mundo desde hace 2.000 años, hay que creer e ir sin miedo.
Y esa receta es la que debería aplicarse Memphis Depay. Jugador que en el primer tramo de temporada sostuvo al Barça, pero que cuando desapareció por una lesión sumada al agotamiento de su explotación sistemática jugando todos los minutos, tampoco se le ha echado demasiado de menos. Ante el Madrid quedó señalado por no hacer un esfuerzo defensivo, contra el Bayern se lesionó y cuando regresó ante el Granada pareció sospechosamente apático. Hoy se suma a una nómina de delanteros con Ansu Fati, Ez Abde, Dembélé, Luuk de Jong, Jutglà y Ferran. La abundancia y la fe.