Bordalás ajusta el freno del carrete

El freno del carrete, según dicen los que saben de pesca, ayuda a capturar peces grandes. Lo que hace el freno es ceder sedal cuando el pez trata de huir, evitando que lo rompa y se escape. Es así, en ese tira y floja, como se desgasta al animal. De ahí la importancia de ajustar el freno del carrete, que sirve como símil para saber lo que está haciendo Bordalás cuando le preguntan y él responde por refuerzos en enero.

Bordalás, se vio en verano y se nota ahora, sabe perfectamente a qué Valencia ha llegado. Y es en este Valencia en el que quiere triunfar, porque no hay otro Valencia para ningún entrenador. Hablamos del club en el que se toman las decisiones a 12.000 kilómetros y en el que Lim tiene el freno de mano puesto en las inversiones. Y para poder hacerlo, además de sacando rendimiento a lo que tiene (hasta ahora con muchas más luces que sombras), Bordalás necesita ser y, obviamente, estar.

Bordalás está dejando claro que necesita refuerzos para pelear por Europa (lo mínimo a lo que siempre debería aspirar este club). Él no espera fichajes por talonario, pero tampoco los quiere a peso. Sí reclama jugadores que suban la calidad y aumenten la competitividad. Pero lo hace con gracia, con el freno del carrete ajustado. Bordalás quiere ser (parte en las decisiones) y estar (por muchos años).