Adiós, "hermano de un marciano"
La muerte de Hugo Maradona es otro triste golpe para la Nápoles maradoniana (o sea, básicamente, para Nápoles entera). El Turco era, con Diego Jr, parte de la familia que el Pelusa dejó como herencia a la ciudad. A mí siempre me hizo ilusión saber que había un Maradona caminando bajo el Vesubio, y la noticia de esta mañana me puso triste. Hugo siempre fue disponible con los periodistas, los tifosi, con la gente. Era buena persona y, tras su carrera, decidió que Nápoles debía ser su hogar. Muchas veces me pregunto cómo habría cambiado la historia de ambos si Diego hubiera hecho lo mismo, quedándose en el sitio donde le querrán incondicionalmente para siempre.
El Diez solía decir que su hermano jugaba mejor que él y que podía convertirse en un crack. El verde nos contó otra cosa, pero nunca tendré claro si, en estos casos, el apellido tiene algo de culpa o no. Diego Jr, que técnicamente era buenísimo, me contó lo que tuvo que soportar cuando, siendo todavía un niño, jugaba al fútbol. Una vez, entre otras cosas, le reprocharon querer imitar a su padre por llevar los calcetines bajados, cuando no tenía ni idea que él también lo hiciera.
A Hugo es muy probable que le haya pasado lo mismo infinitas veces. En Youtube se encuentra fácilmente una entrevista de cuando el 'Turquito' tenía apenas nueve años y jugaba en Argentinos Juniors. Le preguntan si "piensa ser cómo Diego" y él contesta: "Nunca pensé eso, no. Mi hermano es un marciano, no se puede discutir". Tendrá sus ventajas, está claro, pero ser hermano de un marciano no debe haber sido fácil. A saber en qué planeta se habrán vuelto a juntar.