Sorpresas y decepciones hasta final de año
Se llega prácticamente al ecuador de la temporada, a falta de una jornada para completar la primera vuelta, y es buen momento para hacer un análisis y un balance de todo lo acontecido.
El líder. En lo más alto de la tabla encontramos a un Real Madrid con un paso firme. Carletto, el que parece que nunca hace demasiado ruido, ha vuelto a dar con la tecla. Tras un inicio donde el técnico italiano intentó que el equipo presionara alto y defendiera hacia delante, los blancos comenzaron a encontrar el camino desde el día de Donetsk. Desde aquel encuentro y, viendo que lo de presionar no estaba obteniendo el resultado deseado, el hecho de juntar las líneas mucho más cerca de Courtois y ser menos activos para robar produjo dos situaciones clave para el Madrid en lo que llevamos de curso: defender mejor y apenas conceder a los rivales, y tener espacio para correr cuando roban. A esto hay que sumar el extraordinario estado de forma de futbolistas como Vinicius, Benzema, Kroos, Modric, Courtois y la pareja de centrales, que han conseguido algo impensable, que nadie eche de menos a leyendas como Ramos y Varane.
El perseguidor. Por ahí asoma también el Sevilla de Lopetegui, un conjunto siempre competitivo, al que es muy difícil llevarlo a la lona. Cada vez es capaz de ponerse más pieles diferentes durante los partidos, dominar y someter cuando toca, y sufrir y agarrarse al resultado de la mejor manera cuando el rival está siendo superior. De momento parece estar aguantando bien el ritmo a pesar de no contar con un gran goleador en sus filas.
El Rayo de Champions. Entre las sorpresas encontramos una por encima de todas, el Rayo de Iraola. Un soplo de aire fresco para la Liga en cuanto a propuesta. Los rayistas te van a buscar a tu campo e intentar ser protagonistas en cada partido. Tiene fe ciega en su modelo y son el mejor local de Europa entre las cinco grandes ligas, una locura. Quizá la clave de su rendimiento, que es aún mejor que en la categoría de plata, es que en la Liga Santander casi todos los equipos intentan proponer con el balón, y los de Iraola son muy eficaces contrarrestando.
Un Betis sólido. También hay que destacar al Betis de Pellegrini. El técnico chileno ha corregido de un plumazo los problemas defensivos que lastraban a una plantilla repleta de talento diferencial del centro de campo hacia delante. Da gusto ver jugar al Betis y, ahora, son un equipo sólido. Esto siempre es una combinación ganadora.
Un Barça convulso. Entre las decepciones debemos empezar por el Barça. Se podía pensar que los blaugranas están sumidos en un proceso de transición, algo complejo de digerir para clubes que cada año tienen que ganar, pero seguro que ninguno esperábamos un inicio tan convulso y tan alejado de sus objetivos deportivos. Tras la salida de Koeman se ha hecho una apuesta para el medio-largo plazo, según entiendo yo, por Xavi. Tiene mucho trabajo por delante para devolver a los culés al lugar donde quieren estar, aunque se pueden atisbar algunos brotes verdes, sobre todo en forma de chicos jóvenes que tienen pinta de apuntar alto. No sé si se tendrá la paciencia necesaria con todo esto porque, repito, un club como el Barça tiene casi la necesidad de ganar algo cada temporada.
Campeón en problemas. Podemos meter en el saco del rendimiento por debajo de lo esperado al Atlético. El Cholo consiguió el año pasado algo impensable. Darle un giro drástico a su idea y a su modelo y hacerlo con éxito. El Atleti campeón de la 20-21 era un conjunto ofensivo, con el bloque situado en el campo del rival y con iniciativa con la pelota. Pero la clave fue que, generando mucho más en la portería rival, no se resintió en la propia. Pues bien, esta temporada esto ha desaparecido. Se han alejado de la cabeza debido a innumerables errores, tanto individuales como colectivos, en el plano defensivo. Incluso Oblak parece que ha bajado el rendimiento.
Menos puntos. También esperaba más en Liga del Villarreal. Seguramente lleva muchos menos puntos de los merecidos por el juego efectuado, sobre todo a comienzo del campeonato, pero yo pensaba que iba a estar en puestos Champions, o peleándolo, durante toda la Liga. Por abajo encontramos al Levante en una situación límite. Quizá hubo precipitación con la destitución de Paco López y los granota deben hacer una gran segunda vuelta para salvar la categoría.