La puerta abierta de Camavinga
El Athletic encontró siempre una puerta abierta para dar con Sancet, también con Raúl García cuando salió. Las directrices de Vencedor y las apariciones por dentro de Muniain también hicieron sufrir a Camavinga. Nunca terminó de cerrar los pases interiores. En el gol no estuvo bien, tampoco en la oportunidad final de Nico Williams que detuvo Courtois. Camavinga se perfiló hacia la derecha en la salida de balón y vació el centro sin taponar después la posible línea de pase. Iñaki Williams recibió sin agobio a causa de los defectos, hasta cierto punto, lógicos de un joven desubicado. El papel de mediocentro es vocacional. Camavinga no lo es, se siente incómodo ahí y necesita un aprendizaje para poder ofrecer un rendimiento acorde a lo que exige el Madrid en esa posición. Condiciones técnicas, físicas y mentales tiene todas para progresar como se espera.
Secuencia de errores
Camavinga se equivoca en el cambio de orientación y no corrige después la posición. Su retroceso es lento, hecho que permite a Sancet estar liberado entre líneas. El francés olvida sus obligaciones.