Inzaghi logra soportar la sombra de Conte. La tarea a la que se enfrentaba Simone Inzaghi era realmente complicada: mitigar los daños de la dolorosa salida de Antonio Conte, el hombre que logró levantar el primer Scudetto del Inter desde la época de Jose Mourinho. Le avalaban sus buenos años en la Lazio, donde lideró la conquista de una Coppa y dos Supercoppas, y fue elegido, entre otras cuestiones, porque usaba el mismo sistema que su predecesor en el Meazza (un 3-5-2), de modo que a nivel táctico la transición podría ser mucho más suave. Y aunque el inicio no fue sencillo, el Inter llegará al Santiago Bernabéu en el mejor momento de la temporada: acumula cinco victorias consecutivas y once partidos sin perder, una racha que le ha valido para asegurar su clasificación para la siguiente ronda de la Champions League y para situarse segundo en la Serie A a sólo un punto de su vecino, el AC Milan. Todo ello ha generado un sentimiento de euforia en el entorno nerazzurro y la prensa lombarda ya ha publicado que el club tiene la intención de ofrecer la renovación al técnico hasta 2025 (su contrato actual termina en 2023).

Una goleada en Roma en 45 minutos. Que el Inter está en un gran momento no lo dicen sólo los números: también las sensaciones que desprende su juego. Este fin de semana se paseó en el Olímpico de Roma ante el conjunto de Mourinho: se marchó al descanso ganando 0-3, un resultado que acabaría siendo definitivo tras un segundo tiempo en el que se dedicó a gestionar su ventaja y a repartir minutos. El segundo gol, anotado por Dzeko tras una gran combinación entre Çalhanoglu y Bastoni, fue una auténtica obra de arte: una acción asociativa a alta velocidad sólo al alcance de conjuntos que se sienten pletóricos de confianza.

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Dos regresos y una nueva baja. La victoria en Roma se logró sin que participaran dos jugadores fundamentales en el esquema de Inzaghi: el central neerlandés De Vrij y el delantero argentino Lautaro Martínez. El primero estaba lesionado y el segundo, con molestias, se quedó en el banquillo sin participar ni un solo minuto. A ambos se les espera en el Santiago Bernabéu: todo un alivio para el técnico, que tuvo que reubicar el sábado a D'Ambrosio como central derecho (siendo él un lateral) y que emparejó a Dzeko con Joaquín Correa. El ex del Sevilla se lesionó en el segundo tiempo y será la principal ausencia en la capital de España. Inzaghi ya lo tuvo en la Lazio y le está dando un buen rendimiento como tercera espada en ataque. De todos modos, con Alexis Sánchez también disponible, el entrenador cuenta con suficientes recursos ofensivos.

Perisic de carrilero, una rareza que funciona. La baja por lesión de Darmian deja al Inter sin demasiadas opciones en la banda izquierda. Aunque Federico Dimarco sería la alternativa más conservadora, Inzaghi está apostando por darle toda la banda a Ivan Perisic, un hombre acostumbrado a jugar como extremo o incluso como segunda punta. Pese a su naturaleza marcadamente ofensiva, está rindiendo a buen nivel en una demarcación que precisa de mucho sacrificio en los regresos defensivos.