Tranquilidad en la zozobra

No corren buenos tiempos para la lírica en la Real Sociedad. Dentro del contexto en el que se mueve en la actualidad. Que se me entienda bien. Porque ya me gustaría que todos los años las supuestas crisis fueran así, con la primera derrota en el Reale Arena a principios de diciembre y contra un Real Madrid que ha puesto la directa en el liderato. Pero los txuri-urdin tienen un problema. Tampoco vamos a poner paños calientes. Han perdido el duende que hasta antes de ayer les sobraba. El juego le ha abandonado. Y sus jugadores más determinantes, o están lesionados, o no atraviesan por su mejor momento. Pero no conviene alarmarse. Porque esto se soluciona con un buen partido contra el PSV el jueves, y la clasificación para la siguiente ronda de la Europa League. Parece más fácil decirlo que hacerlo, no nos engañemos. Pero esta Real está más que capacitada para hacerlo. No nos vengamos abajo tan fácilmente. Toca hacer borrón y cuenta nueva. Resetear. Y seguir. Queda mucho para pensar que esto ya es un drama. Tranquilidad en la zozobra. Porque sigo pensando que la Real va a luchar hasta el final por los puestos de Champions League.

Dicho esto, les tengo que reconocer que me gustó el arranque de rebeldía de la Real Sociedad al comienzo del partido contra el Real Madrid. Porque su puesta en escena no fue del todo buena, le costó adaptarse al pulso que le lanzaba el equipo de Ancelotti, que intentaba dominarle con el balón, con Vinicius muy activo, buscándole las cosquillas todo el rato a Gorosabel y Zubeldia de manera descarada. El escenario no pintaba nada bien. Porque esta historia ya la habíamos visto antes. Si el Madrid coge el mando de las operaciones, estás casi perdido. Pero los de Imanol son bravos. Y a base de un trabajo defensivo muy solidario lograron equilibrar la balanza y poner en aprietos a Courtouis. Esa es la Real que queremos ver. Porque, que nadie lo olvide, el equipo donostiarra jugaba este partido sin Mikel Merino y David Silva. Que es como si le quitaras al Real Madrid a Kroos y Modric. Conviene recordarlo. Pero que no suene a excusa. Lo malo llegó tras el descanso. Pésimo. Es difícil de entender la razón por la que no dio continuidad al final óptimo como el que llegó al descanso. La Real se pegó un tiro en el pie, se fue del partido de forma incomprensible, y estuvo a merced del Real Madrid en todo momento. Y se quedó sin capacidad de reacción. Con bastante fue la peor segunda parte de toda la temporada de un equipo que precisamente destacada por sus buenas segundas partes. La versión brava de la Real ya no apareció. Y por no haber, no hubo ni conato de ir a la desesperada. Acabaron con corazón, pero sin cabeza. Y lo pagaron sin meterle casi sustos a Courtouis.

PD: No puedo evitar decirlo. Tirón de orejas para la grada Aitor Zabaleta. Seguro que son solo cuatro o cinco, pero no es de recibo que en todos los partidos lancen al terreno de juego, cuando defienden esa portería los rivales. Son ya tres partidos seguidos de algo que no puede convertirse en un mal endémico que le puede hacer mucho daño a la imagen de esa maravillosa grada del Reale Arena y es algo totalmente reprobable. Eso ni es animar, ni es apoyar a la Real, ni es disfrutar del fútbol. Los que estáis por ahí, si sabéis quienes son, hacérselo saber y que se les caiga la cara de vergüenza.