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Sin contundencia y sin respuestas a los problemas

Para subir a Primera División hay que hacer muchas cosas bien: defender con contundencia, llevar el peso de los partidos jugando a lo que tú quieres y marcar más goles que los rivales, pero lo que también tienes que hacer es tratar de controlar los minutos en los que eres peor que tu rival, que pasa, que es una cuestión lógica en deporte. Cuando el equipo que tienes enfrente de ti te avasalla tienes que tener la personalidad, la madurez, de tratar de aguantar el chaparrón con el menor coste posible. Y el Real Valladolid no ha sido capaz de hacerlo en El Alcoraz porque durante el huracán aragonés se llevó dos golpes al mentón que fueron el inicio del fin.

El equipo de Pacheta, uno de los mejores de la categoría, se vio sorprendido y superado en los primeros 20 minutos por el Huesca. La presión sobre los dos medioscentros y el empuje del equipo oscense fue suficiente para que los pucelanos aparecieran desdibujados y no fueran capaces de dar respuesta a los movimientos ordenados por Xisco. Ahí no hubo soluciones ni dentro del campo, ni desde fuera. Sólo el 2-0 hizo que los blaugranas se recogieran con la intención de proteger una victoria que se les negaba desde el 22 de agosto. Y entonces sí, con dos goles de desventaja, el Real Valladolid fue otro vendabal, pero se encontró con otro portero que hizo méritos para ser internacional: Andrés. Y no es una cuestión anecdótica. El meta del Huesca hizo ocho paradas, la mitad de mucho mérito, mientras que Roberto no hizo ninguna. Tres veces le dispararon, tres goles marcó el conjunto local.

La falta de contundencia en las dos áreas empieza a ser un problema más cuando Pacheta lo fía todo a la efectividad. Si tiras 20 veces, 10 entre los tres palos, y sólo marcas dos goles, necesitas defender bien, tener equilibrio, ser contundente, para no perder partidos. Sino, te pasa lo que pasó en Huesca, que te tiran tres veces y te marcan tres goles. No sólo Roberto, horrible, sale en las fotos de los goles. Javi Sánchez vuelve a tener un lugar privilegiado en dos de ellos, el primero parece una broma, con un taconazo de Gaich que no había marcado aún en España, Luis Pérez estuvo contemplativo en el segundo, como lo estuvo Nacho en alguno de los centros rivales. ¿Total? 10 goles en contra en las últimas tres salidas con tres derrotas. El equipo está bien en Zorrilla, pero a domicilio debe mejorar si quiere tener opciones para aspirar a todo.

Y es que el Real Valladolid debe aprender de un encuentro donde fue mejor en terminos globales, donde dominó más, donde tuvo muchísimas más ocasiones, pero donde perdió por no saber cómo salir de los "trampas" que le puso Xisco, ni lidiar con la permisividad y el escaso criterio de Ais Reig. No fue un arbitraje escandaloso, pero sí sibilino, permitiendo en muchas ocasiones la brusquedad local, el vacile de Pulido, sin castigarlo con tarjetas. Todo ello no puede ser una excusa. El Pucela, al fin y al cabo, no tuvo ni contundencia, ni respuestas a los problemas que le propuso el rival y así... no.