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Rubiales releva a Velasco de la cúpula arbitral por el VAR y por Mbappé

Para este lunes está previsto el relevo al frente de los árbitros de Velasco Carballo, un hombre íntegro con el pecado del corporativismo. Rubiales le releva por alinearse con la UEFA en la defensa de Taylor, el árbitro inglés que concedió el gol en fuera de juego de Mbappé en la final de la Liga de Naciones. El delantero francés estaba en posición de orsay, pero la pelota rozó en la bota de Eric García y eso validó su acción. Todo el mundo sabe que el primer mandamiento de la Justicia es que las leyes jamás deben servir para beneficiar al infractor. Justo eso fue lo que pasó. Patético.

Velasco ha hecho bien su trabajo, pero su injustificada defensa de algunos de sus compañeros ante errores manifiestos le ha restado fuerza. El VAR es un cachondeo. Dentro y fuera de España. Si Griezmann merece dos partidos por su entrada el día del Liverpool, a Ibramovic, que hizo una igual pero de frente, le deberían haber metido tres como mínimo. Y a Otamendi, por lo menos ocho. Pero increíblemente se fue de rositas tras su codazo a Raphinha, que, de momento, es la agresión más fea que se ha visto en todo el año.

El VAR llegó para corregir los errores "obvios y manifiestos". Pero de esto hemos pasado a que en cualquier corner, en cualquier campo y en cualquier división, cualquier árbitro puede pitar un penalti o no, según le parezca. Porque en todos los saques de esquina se dan agarrones, trompicones, golpes y empujones que unos pueden interpretar de una manera y otros de la contraria. De ahí el carajal. Resulta que a Gayá se le pita un penalti por un toque a Ansu Fati que luego no lo es cuando en la jornada siguiente lo recibe Iago Aspas. La verdad es que al Madrid y al Atlético sólo les han pitado un penalti a favor, mientras que el Barça ya lleva cuatro. El último, el de Memphis. Otro ejemplo claro de que algunos árbitros se pasan el protocolo del VAR por el forro. Por cierto, que los más humildes siempre quedan fuera de estas estadísticas: el Rayo Vallecano lleva seis en contra. Está claro como el caldo de un asilo: es más fácil pitarle un  penalti a Memphis que a Falcao.

Se marcha Velasco Carballo. Se va a la UEFA y a la FIFA. Ojalá desde su nuevo destino pueda ayudar a España. Nos alcanza con que no pase más lo de Mbappé, no hace falta que nos regalen un penalti como el de Atenas. Nos llega con que a Griezmann se le trate como a Ibrahimovic, ni más ni menos. Y a la UEFA le pedimos que si Taylor beneficia al infractor en una final continental, como pasó en el Francia-España de la Liga de Naciones, pues que luego no le den el partido grande de la clasificación para el Mundial, el Italia-Suiza. Eso, a nivel continental. En el ámbito doméstico le pedimos a Rubiales que la mano de hierro que ha aplicado con Velasco, la aplique también con su sucesor. Que lo mismo que le duelen al presidente de la Federación los errores contra la Selección, le duelen al Espanyol los penaltis como el de Memphis. Que no tengamos que titular nunca aquello tan grosero de 'Lo de Medina canta de lejos'.