OPINIÓN

Xavi, digan lo que digan

En 2012, se marchó Guardiola. En 2014, Puyol. En 2015, Xavi. En 2018, Iniesta. Finalmente, en 2021, Messi. La vuelta de Xavi, que estuvo en la era de oro (2003-05), rebobina la cinta.

Juan Jiménez
Redactor jefe de AS. Fue colaborador en AS (2000-04) y, después de pasar por Málaga Hoy, regresó como jefe de Sección en Málaga. Delegado de Andalucía entre 2009 y 2012, colaboró en la integración digital-papel de AS en Madrid. Cubre la información del Barça y la Selección de baloncesto. Tres Juegos Olímpicos. Colaborador de SER, Canal Sur y Gol.
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El Camp Nou se vino abajo para recibir a Xavi. Estas son las cosas que dejan los ídolos. Sus hazañas fueron tan grandes como jugador que el barcelonismo está convencido de que las va a repetir como técnico y se siente hasta capaz de visualizarlas. A la gente que estaba en la grada le da exactamente igual que el Barça esté noveno en la clasificación, tenga una plantilla bastante mediocre y viva una de las situaciones económicas más complicadas de su historia. Pero ese componente irracional es el que hace distinto el fútbol, que en el fondo se nutre de ilusiones.

En 2012, se marchó Guardiola. En 2014, Puyol. En 2015, Xavi. En 2018, Iniesta. Finalmente, en 2021, Messi. Los grandes constructores del mejor Barça de la historia han goteado su adiós en la última década. La llegada de Xavi rebobina la cinta del Barça porque, de todos los citados, sólo Xavi vivió la película entera de los mejores años. Supo soportar los años de plomo (2000-2004), volvió a creerse importante con Rijkaard, dio el salto con Guardiola (gracias siempre a los sabios consejos de Luis, cuando adelantó su posición en 2008) y acabó marchándose en la cima, con el triplete de 2015.

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Xavi inicia una nueva era. Su idea general está clara. Para empezar, intentar controlar el entorno el tiempo que sea posible ("hay que olvidarse de los ismos"). Para seguir, inaugurar una nueva manera de hacer en el vestuario ("no me gusta la palabra disciplina, es una cuestión de orden"; "cuando hemos tenido normas en el vestuario, las cosas han salido bien; cuando no hemos tenido, ni hemos competido"). Y para acabar, ganar. Porque Xavi quiere jugar bien, pero este lunes a quien parafraseó fue a Luis. "Ganar y ganar", dijo.

Seguramente, la frase que más emocionó a la afición el día que Xavi se marchó fue aquella de "digan lo que digan, somos el mejor club del mundo". Fue en 2015, y fue una manera de pedirle a la gente, y al club, que no olvidaran eso. Pero el Barça ya no es el mejor club del mundo. Y, digan lo que digan, y caiga quien caiga, ahora es cuando Xavi tiene que hacer todo lo prometido, el famoso "foc nou". La gente está dispuesta a darle todo y, ya lo dijo él mismo en la sala de prensa Ricard Maxenchs, sabe que no puede fallar.

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