NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA
Actualizado a

El encuentro de esta noche frente al sorprendente Osasuna parece una buena ocasión para ver a Eden Hazard sobre el césped del Bernabéu. Quizás no como titular pero sí durante unos cuantos minutos en la segunda parte, por lo menos. Ayer, durante la conferencia de Prensa, el foco fue puesto una vez más sobre el belga y sobre Ancelotti, muy acostumbrado a este tipo de preguntas. Supo manejar lo que hubiera podido ser un momento difícil, ya que nadie es capaz de ser realmente positivo al hablar de uno de los grandes fracasos deportivos de la historia moderna del Madrid. Esperar y esperar a Hazard (en ambos sentidos de este bonito verbo) es algo que hemos hecho todos desde que aterrizó en la capital de España y parece que no tenemos otro remedio.

Recuerdo una conversación que mantuve con Zidane durante el verano. Me confesó estar convencido de que con un Hazard en buena forma física y a su nivel futbolístico no sólo el Madrid hubiera ganado la Liga, sino que también hubiera peleado seriamente para conquistar la Champions. Pero no sé, no sabemos si un día el belga volverá a ser el que era. Los ecos que me llegan tampoco invitan al optimismo. "Eden ha perdido las ganas de ser uno de los mejores futbolistas del mundo", me explicó hace poco una persona muy cercana al vestuario. Así que lo mejor es contar sin Hazard y dejar abierta la puerta a una buena (y enorme) sorpresa. Por si acaso.