De Messi, Salah y el Balón de Oro

El domingazo, el Super Sunday que nos retuvo ante el televisor, ofreció clásicos de todos los gustos y colores, además del de LaLiga entre Barça y Madrid. Europa vive un intenso momento futbolístico. Se comprobó con el terremoto de Old Trafford. La manita que el Liverpool endosó al United puede terminar con el periplo tortuoso de Solskjaer. Lo contrario sería sorprendente. Hay aún mucha distancia entre los Diablos Rojos y el resto de grandes de la Premier. En Francia ocurre con el PSG y los demás -en este caso a su favor-, por eso el empate que le arañó el Marsella tiene mucho mérito. Merecieron más los de Sampaoli, incluso. El primer clásico de Messi en Francia tuvo un ambiente brutal en la grada. Sonó a fútbol argentino.

El objetivo, casi utópico, en Francia es acercarse al PSG. Es difícil, pero ya pasó en Italia con el Inter y la Juve. Después de nueve años de dominio juventino, llegó el título interista la pasada campaña y el primer clásico de la temporada dejó muestra de esa igualdad gracias al gol final de Dybala. Unos están mejor, otros peor, pero de todos los grandes el United es el más flojo. Gastó tanto dinero en verano -y recuperó a Cristiano-, que el 0-5 ante el Liverpool es un sonrojo histórico. Salah, por cierto, está a nivel de Balón de Oro, aunque hasta España no lleguen los reclamos que sí hay en Inglaterra... Y esa dispersión de alternativas, no tengan dudas, favorece a Messi.