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El juego del calamar txuri-urdin

Le ha dado esta temporada a la Real Sociedad por diseñar unos carteles digitales bien chulos y originales para anunciar cada partido que juega el equipo de Imanol Alguacil. El 16 de octubre, por ejemplo, publicaron uno con la camiseta Pau Gasol en su época de ‘Los Lakers’, con la misma tipografía y con uña letras muy parecida a la de su firma para señalar la hora, el lugar y el rival del encuentro. Esa semana había tenido lugar el potente anuncio de la retirada del genial jugador de Sant Boi, probablemente el mejor de jugador de la historia del baloncesto español. Y este jueves, de cara al partido contra el Sturm Graz en Austria de la Europa League, les dio por mostrar la cara Alexander Isak caracterizado como el famoso ‘Terminator’, protagonizado por Arnold Schwarzenegger, en un guiño inequívoco al origen austríaco del actor y a que hace años el campo donde se jugó el partido llevaba su nombre.

Y ahora, para anunciar su visita al Wanda Metropolitano para jugar contra el Atlético de Madrid, el cartel es un guiño a la serie de moda de Netflix, ‘El juego del calamar’, con cinco jugadores ataviados con los buzos y las máscaras de los protagonistas; pero en lugar de ser de color rojo, son lógicamente del color azul de la camiseta de la Real Sociedad. Y el lema en esta ocasión es muy sugerente: “Joka dezagun. Juguemos”. Una referencia muy clara a la actitud que va a llevar el equipo donostiarra en su visita al Wanda. Van a salir a jugar, sin complejos. A jugarse el liderato de LaLiga que ahora mismo ostentan contra el vigente campeón liguero y que opta a desbancarle de lo más alto del cajón. ‘Luz verde, luz roja…’, añade el equipo de marketing de la Real en redes sociales. Porque, como en la serie, solo puede quedar uno, solo uno saldrá líder de este partido, los de Simeone o los de Imanol.

Y sinceramente esa es la actitud que me gusta de esta Real, y en lo que más se ha avanzado desde la vuelta de Roberto Olabe al club donostiarra. Ya no hay conformismos, no vale sólo con competir en los grandes escenarios, ahora se va a ganar. Desde la humildad de saber quien eres y a quien te enfrentas. Pero sin miedo, mirando a la cara a tu rival. Ese cambio de mentalidad es lo que ha llevado a la Real a repetir en Europa dos años seguidos, algo que no pasaba desde los inolvidables años 80 dorados de las dos ligas; y a volver a ganar una Copa 34 años después. Que ser humilde no significa no ser también ambicioso. Son compatibles. Porque por mucho que por aquí digamos, porque es así, que el liderato es anecdótico, porque realmente no es nuestro negociado en la temporada; también ‘pone’ mucho defender el primer puesto en la liga en un escenario como la casa del Atlético.

Hace 18 años también empezamos pensando que era imposible llegar al final luchando por el título liguero, y al final pasó lo que pasó con Denueix. ‘Nunca dejes de creer’, dicen los colchoneros. ¿No? Pues este año que nos parecemos tantos a ellos (por lo de los seis partidos ganados por 1-0), habrá que hacerles caso. Algún año tocará creer de nuevo. Y este equipo de la Real se ha ganado el derecho a soñar. Y a lo grande, además. Y sí, nos falta Oyarzabal y Zubimendi. Pero están Isak, Januzaj, Merino, Silva, Portu, Guevara, Remiro… Tenemos bajas y tenemos un equipazo. Y enfrente un rival de campanillas. Ingredientes para disfrutar con nuestra Real. Hemos venido a jugar, de verdad. Y luego que sea el terreno de juego el que nos ponga en nuestro sitio. Pero no nos pongamos freno nosotros. ¡Qué empiece ‘El juego del calamar txuri-urdin’!