Fomentar el hábito de ganar
El Real Valladolid sumó una victoria de oficio en Leganés. No fue el mejor partido de los de Pacheta, pero los blanquivioletas sumaron tres puntos, que es lo que importa y ya se asoman al balcón del playoff. Hubo partidos, como el del Málaga, en el que el equipo mereció más la victoria que en Butarque, pero el fútbol se muestra así de caprichoso, no siempre gana el once que más lo merece. En Leganés, los blanquivioletas sufrieron por momentos, cometieron algunos errores poco propios de la categoría, pero la efectividad no estuvo con el equipo pepinero, mientras que la primera ocasión clara la convirtió Sergio León.
Es lo que tiene ser el segundo equipo con más presupuesto, con jugadores diferenciales y un grupo de futbolistas que vienen de Primera. Futbolistas como el delantero andaluz, Weissman, Roque Mesa o Kiko Olivas son profesionales que en circunstancias normales deberían estar en una categoría superior. Siendo cierto esto, también lo es que si el Real Valladolid está en Segunda lo es porque muchos de ellos no dieron el nivel el año pasado. Mejoró el once con los cambios, no estuvo brillante Roque Mesa, pero Weissman sentenció un duelo que llegó vivo demasiado lejos.
Así que, valorando el partido que hizo el equipo, reconociendo que no fue el mejor de la temporada, hay que celebrar que los vallisoletanos hicieron lo que se espera de ellos: ganar. Y como diría Luis Aragonés, para pensar en meterse entre los dos primeros, no cabe otra que "ganar y ganar y ganar y volver a ganar"... Debe hacerse una costumbre, un hábito, pese a que no sea fácil hacerlo en Segunda porque para luchar por el ascenso, vía directa o con playoff, hay que llegar a las 20 victorias y en la jornada 10 de 42, los pucelanos han sumado sólo cuatro. Poco, aunque al menos los pucelanos ya están en la media de ganar la mitad de los puntos en disputa. Derrotar al Ibiza para ir con confianza en Gijón es esencial. Siempre con humildad y respeto, pero hay que ganar y ganar y ganar y volver a ganar. Hacerlo un hábito.