Victoria. El Barcelona fue la espina clavada para Simeone en LaLiga. Por más que lo intentaba, el equipo azulgrana se le atragantaba una y otra vez. El año pasado ya pudo ganarle, gracias al gol de Carrasco. Ahora, parece que la tendencia ha cambiado y el vigente campeón logró imponerse a un rival que lo intentó, pero no pudo con un Atlético que hizo un muy buen primer tiempo. Los del Cholo dan un paso adelante muy importante. Triunfo trabajado y merecido.
Ganas. Me preguntaba en la previa qué Atlético veríamos de inicio. Y fue el de los encuentros grandes, concentrado, presionando, mirando a la portería rival... Así, sí. Así el Atléico puede ganar muchos partidos, porque a su calidad le suma el trabajo, la intensidad, la concentración, las ayudas... Así a los rivales les costará mucho derrotar al equipo de Simeone.
La hinchada. El Wanda Metropolitano vivió una de esas noches especiales, ya con todas sus gradas cubiertas. Había muchas ganas de que esto sucediera, de estar todos juntos de nuevo en el estadio. “Allá vamos”, dijeron mis amigos de Lorca, esa gente incansable. Faltaba ese grito. Cómo echaba de menos ese mensaje. Ese allá vamos hace al Atlético más fuerte. Impresiona comprobar cómo la gente canta el partido a partido de Sabina y de Leiva y luego cómo corea por los video marcadores el nombre de todos los jugadores. Un momento mágico. 60.594 espectadores se citaron en el recinto rojiblanco. Es de esperar que a partir de ahora ya podamos vivir todos los encuentros así. Al final del encuentro los jugadores dieron la vuelta al estadio agraciendo a su afición el apoyo mostrado.
Suárez. El uruguayo marcó el 2-0 en un momento importante, justo antes del descanso y con el Barcelona acechando a Oblak. Y no perdonó. Antes sí lo había hecho en una jugada delante del cancerbero del Barcelona. Luis Suárez había comenzado la temporada a un nivel bastante flojo, pero se empieza a encontrar conforme pasan los partidos. Ya lleva cuatro goles en el campeonato liguero y comienza a estar en cifras del año pasado. Le marcó a su exequipo, pidió perdón, pero lo importante es que el Atlético ya sí cuenta con Suárez.
João Félix. Aunque la gran noticia para el Atlético fue la aparición de dos jugadores: Lemar y João Félix. Su velociddad destrozó al Barcelona. El francés recordó al que era cuando fichó por el equipo madrileño. Y el portugués al futbolista que todos esperamos, rápido, explosivo... Le pararon en falta una y otra vez. Y en alguna ocasión la acción era merecedora de tarjeta. Pero muchas veces los colegiados enseñan amarillas por protestar más que por reiteración de faltas.
El parón. El Atlético salvó la semana con dos triunfos de tronío: ante el Milan y frente al Barcelona. Necesitaba dos triunfos así. Por los puntos y por la moral que producen. Partido a partido el Atlético hace los deberes. Y con toda su afición disfrutando del momento. No puede existir mayor felicidad.