Castigo sin merecerlo
La bestia negra. Otra vez Cristiano. Como casi siempre. El portugués volvió a ser el azote de un Villarreal que durante muchos minutos fue mejor y estuvo cerca de agigantar su leyenda en Old Trafford, esa que decía que nunca perdía en el Teatro de los Sueños. Pero Cristiano le marcó su gol número 14 al Submarino y tiró por tierra la hazaña amarilla. Injusto para un Villarreal que fue mucho mejor en la primera parte. "Este Submarino no se asusta en Old Trafford" se escuchó en la grada. Todo pintaba bien hasta que llegó el minuto 94.
La venganza. Con el recuerdo de Gdansk todavía muy presente y el título de la Europa League en la mente de muchos, De Gea se cobró su particular venganza. El meta español fue clave para sostener al United en la primera parte. David pudo borrar de su mente aquel penalti que le paró Rulli, en una tanda angustiosa y milagrosa para el Villarreal. Que De Gea fuese el mejor del Manchester durante muchos minutos muestra la seriedad del Submarino. Alcácer y Danjuma tuvieron pesadillas con el internacional español.
Yellow Devil. Un diablo vestido de amarillo. Danjuma fue un 'Yellow Devil' y silenció Old Trafford. Su velocidad por banda desquició a Dalot. No paró hasta que en unas de sus cabalgadas encontró a Paquito, el PA9 del Villarreal. Lástima su lesión. Alberto Moreno, el mejor socio de Danjuma, se vino arriba con los pitos de la afición del United, que no olvida su pasado en el Liverpool. Al sevillano le dio igual y cambió en su mente los silbidos por los 'olés' de su tierra. La banda de Old Trafford en el primer tiempo fue suya y de Danjuma, el puñal de este Villarreal. El habilidoso extremo quiso emular con su velocidad a Usain Bolt, invitado estrella en el palco de Old Trafford.
Afición. Más de un centenar de aficionados del Villarreal disfrutaron como niños del baño que le dio su equipo al Manchester, sobre todo en el primer tiempo. Los del United eran más de 70.000, pero los gritos de la afición del 'poble' retumbaron en la grada principal de Old Trafford. Muchos de esos cánticos llegaron por parte del equipo de la Youth League, quien horas antes le pintó la cara al Manchester en una goleada para el recuerdo. Esas futuras estrellas tampoco merecieron la derrota.