Bendita locura.- Por cosas así gusta tanto este deporte. Con 1-0 y Mestalla festejando el triunfo que le daba el liderato al equipo del maestro Bordalás (el alicantino está obrando un nuevo milagro), irrumpió la magia, la ambición y el talento desatado de una pareja diabólica que está alcanzando un punto de complicidad camino de pasar a los libros de historia. En dos minutos y 35 segundos un tal Karim Benzema (33 años) y un joven brasileño con una energía incontrolable, Vinicius, patentaron una Sociedad Ilimitada que destrozó la resistencia de la zaga levantinista y del georgiano Mamardashvili. Vini metió el balón por el hojal al chutar entre las piernas de Foulquier, rozando este lo justo para descolocar a su guardameta. Gol de fortuna, pero también de fe. Vini chuta con picardía y obtiene el premio gordo del gol. El quinto en esta Liga que en ese momento le igualaba a Benzema en la lucha por el Pichichi. Pero el carioca, generoso, en dos minutos deshizo ese empate a favor del francés con una asistencia magnífica. Karim arrimó una vez más el hombro a favor de su equipo. De hecho, es el apéndice corporal con el que remató a gol. Son los dos líderes del líder. Es la fe del Madrid, el ADN de este equipo de leyenda que jamás se rinde. Así ganó en San Siro y así ha ganado en Mestalla. Los partidos acaban cuando quiere el Madrid. En esa ‘zona’, aterroriza a todos sus rivales. Sobre todo desde la inolvidable final de Lisboa...

Tercera camiseta.- El 15 de diciembre de 2019 se encumbró Courtois en Mestalla con un gol de cabeza en el último segundo que evitó la derrota blanca, al aprovechar Benzema el rechace. Esa noche el Madrid jugó con su tercera equipación, un verde sanitario llamativo que recuerda a la tercera de esta temporada, estrenada precisamente hoy en el estadio valencianista. La indumentaria homenajea la placa del Kilómetro Cero ubicada en la Puerta del Sol, en la que aparece un mapa de España donde se resalta el origen de las seis carreteras radiales nacionales. Además, se hallan dos agujas de brújula que indican el oeste y este de España. Dichas agujas lucen en esta camiseta, que es de color turquesa. Ha dado suerte esta apuesta cromática. Va a dar muchas más alegrías.

Ojo a este Valencia.- Les faltaron piernas y les sobró Courtois, soberbio una vez más. Pero Bordalás ha sido capaz de ejecutar una operación de cirugía estética que ha quitado las arrugas y los complejos a ese Valencia errático que llevaba años a la deriva. Ahora tiene método y una idea de juego. La que logró tener al Madrid sometido hasta el minuto 86. Este Valencia no se arrastrará. Pueden firmarlo.

El eco de Camela.- Dioni Martín es el cantante y líder del grupo Camela, junto a María de los Ángeles Muñoz, que en los años 90 vendieron más de siete millones de discos con su inconfundible estilo tecno-rumba. Hay una letra en uno de sus éxitos discográficos que representa un poco el sentimiento del madridismo hacia Hazard. “Escúchame, compréndelo, es imposible nuestro amor...”. Es una pena porque el belga tiene actitud y ganas, pero no termina de cuajar una faena completa. Sin embargo, Camavinga y Rodrygo son la otra cara de la moneda. De nuevo su doble salida al campo disparó las revoluciones del equipo. Es un clamor: juventud al poder.

Mucha fuerza.- Mi más sincero abrazo a las buenas gentes de la isla de La Palma, castigada por la erupción del volcán Cumbre Vieja. Cuesta cree que pasen estas cosas, pero la naturaleza a veces nos pone estas dificultades en el camino. Mucho ánimo, canarios. Un ánimo que hago extensivo a todos los madridistas que han pasado una mala racha y que ahora gozan con su Real Madrid. Un equipazo. Un LÍDER con mayúsculas.