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Munuera no se entera

Madrid

Munuera Montero no tuvo su mejor día sobre el césped de Balaídos. El árbitro se equivocó, a juzgar por lo que dijeron los excolegiados en los diferentes medios de comunicación, y dictaminó penalti en contra del Atlético en una acción que no era merecedora de tal. Un día antes una jugada parecida no fue señalada con la pena máxima. Según el estamento arbitral ese tipo de jugadas ya no deben ser castigadas con penalti. Para todos menos para Munuera Montero. El Atlético se queja de que no administró las tarjetas de manera equitativa. Por si fuera poco alargó el partido más allá de los 100 minutos. Un disparate sobre el terreno de juego para un encuentro vivo, con alternativas, con pasión…. El nivel de credibilidad del arbitraje español está bajo mínimos, pero partidos como el domingo acrecientan ese desinterés por todo lo relacionado con el mundo de los colegiados.

Lo peor de Munuera Montero, y eso ya sí es más grave, viene posteriormente, ya con el choque acabado, en la redacción del acta, donde vuelve a equivocarse. No hay ninguna secuencia en la que se vea que Hermoso agarró a un rival con las dos manos por el cuello. “Mario Hermoso cogió del cuello de forma continuada” a un rival, dice el acta, cuando no se vio eso. El colegiado, por su parte, no puso nada del dedo en el ojo de Aspas a Hermoso, lo que pudo provocar la reacción del rojiblanco (mal Aspas en esa jugada pero valiente a la hora de decir que se había equivocado con su compañero de profesión). Y ahora, en una nueva vuelta de tuerca, dos días después del partido, señala en un anexo que se olvidó de una tarjeta que vio Giménez por estar de pie en el banquillo… cuando estaba jugando. Giménez vio amarilla por “permanecer de pie en su área técnica, tras haber sido advertido de que se sentase”. Hubiese tenido guasa ver a Giménez de pie en el banquillo viendo cómo el Celta bombardeaba el área de Oblak. Y ahora rectifica de nuevo y dice que se equivocó en esa redacción. Primero lo olvidó. Luego se acordó, pero se equivocó. Ahora vuelve a rectificar. A la tercera o la cuarta acertará. Nos vamos a divertir mucho esta temporada. Y luego nos hacen creer que los árbitros españoles son los mejores de Europa.