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¿Alguien ha visto a Luka Jovic?

El otro Luka. Una tarde para no sacar conclusiones definitivas. La derrota es lo de menos. Lo de más es la actitud de dos jugadores que siguen dando la razón a Zidane con la decisión que adoptó con ellos el pasado mes de enero. Jovic no se toma en serio al Madrid. El serbio batió un récord sin precedentes en la historia del club. Estar 45 minutos en el campo, siendo delantero centro, y no intervenir en una sola jugada tiene su ‘mérito’. Transparente. Invisible. Pasivo. Intrascendente. Irritante. Bueno, miento. Apareció en la barrera a la media hora de juego en una falta botada por el hijo de Hagi. Jovic se fue cedido al Eintracht el pasado mercado de invierno y no ha hecho el menor amago por quedárselo. Los 60 millones que costó al Madrid duelen como si fuesen alfileres clavados en la punta de la lengua. El Madrid jugó con 10 hasta el descanso. Ancelotti bastante paciencia tuvo. En su lugar salió Sergio Arribas, un canterano con energía, descaro y hambre. Tuvo en su cabeza el 0-2 y tuvo que ser frenado varias veces en falta. Lo intentó, lo buscó. Lo que se le pide a un futbolista del Madrid, algo que Jovic no ha entendido desde que llegó aquí hace dos veranos… Y a Odegaard hay que pedirle que abandone ya esa imagen de eterna promesa. Detallitos y poco más. En un Madrid con tantas bajas y lleno de canteranos debió pedirla y decir ante el Rangers “aquí estoy yo”. Pues nada. Un pasecito a Rodrygo en el golazo del brasileño y poco más. Martin, así nunca serás el jugadorazo que el Arsenal de Arteta creyó ver en ti.

Lunin y cantera. El portero ucraniano demostró que su fichaje fue un acierto. Courtois es indiscutible, pero ante cualquier contratiempo, Lunin dejó claro en Ibrox Park que la portería está bien cubierta. Hizo en el primer tiempo tres paradas a tener muy en cuenta. Y bien la cantera. Chust como central, Miguel Gutiérrez enorme como lateral zurdo, Antonio Blanco perfecto haciendo de Casemiro… Hay materia prima y Carletto sabrá sacar partido de todos ellos.

Ausentes. A la cita ante el Rangers de Gerrard faltaban nada menos que 16 jugadores. Los ocho de la Eurocopa, los cuatro de la Copa América y los cuatro de los Juegos de Tokio, incluyendo al japonés Kubo, que se está exhibiendo en su país y que aquí volveremos a ver resignados cómo se va cedido otro curso más pese a su calidad más que demostrada. Lo mismo con Brahim. Al final hemos fichado gente muy buena, pero los disfrutan otros para que ahora los madridistas nos traguemos otro añito de Bale mientras que el galés duda entre sacar el putt para embocar en el hoyo 17 o 18 mientras sigue cobrando un sueldo galáctico. La vida.

Glasgow. Todo ello aconteció en Ibrox Park, un estadio que ostenta el récord de asistencia en un partido del Reino Unido: 118.567 en un Rangers-Celtic de liga en 1899, cuando el Madrid ni siquiera se había fundado. Y Glasgow siempre nos trae buenos recuerdos a los madridistas. El golazo de Zidane con su volea imposible, las paradas milagrosas de Casillas ante el Bayer Leverkusen… Definitivamente, eran otros tiempos. Pero que no cunda el desánimo. Confío plenamente en Ancelotti y en su sabiduría para sacar petróleo de una plantilla con una sola novedad de verdad, David Alaba, a la que debe añadirse Ceballos, un pedazo de centrocampista. Odegaard, aprende de tu excompañero del Arsenal…