Si Griezmann vuelve al Atleti…

“Si Griezmann vuelve al Atleti rompo el abono”, me han dicho algunos amigos atléticos. Es una reacción a una cierta actitud de provisionalidad con la que siempre estuvo en el Atlético, a la espera de un destino mejor donde pudiera ganar títulos y sentarse a la mesa de Cristiano y Messi. Eso agravado con la tontadita de adolescentes urdida de la mano de Piqué. Ahora se abre la posibilidad de que vuelva, a cambio de Saúl. No le ha ido bien en el Barça, no al menos como él esperaba. Y en su ausencia el Atlético ha ganado LaLiga, como ocurrió en la 13-14… justo antes de que fichara el francés. Dos ligas sin él, ninguna con él. Cosas.

Pero, si es que sale, será una buena operación. Es un delantero estupendo, gran adquisición para un equipo en el que a Luis Suárez le falta algo de compañía. En el Barça no le ha ido bien porque llegó a contrapié, mirado con sospecha por Messi, que hubiera deseado el fichaje de Neymar. A diferencia del Atleti que dejó, una casa ordenadísima, encontró un Barça que era una jaula de grillos, con Bartomeu desacreditado, el ‘pentacrato’ que encabeza Messi campando a sus anchas, novelas de espías y decisiones sobre el entrenador incomprensibles de las que nadie quiso responsabilizarse. Así era muy difícil.

No es el primero que se va del Atlético de estos años y se estrella. Algunos hasta volvieron: Filipe Luis, Diego Costa y Carrasco. Otros fueron indefectiblemente a menos: Miranda, Godín, Thomas, Arda Turan, sobre todo este… Así que lo que le ha pasado a Griezmann es relativamente normal: Simeone aprieta hasta el límite, pero dentro de un club modélico y de un ambiente sano. Fuera hay otras cosas, así que una vez comparado, se añora. En todo caso, el aficionado haría mejor en mirarle con buenos ojos si vuelve. Arrepentidos los quiere Dios, se dice. En su día aportó goles y a su salida dejó dinero. Su pecadillo de soberbia juvenil es venial.