La UEFA y el brazalete arcoíris de Neuer

Neuer ha salido en los dos partidos de Alemania en la Eurocopa con un brazalete arcoíris. La UEFA tiene prescrito que todos los capitanes lleven un brazalete amarillo, muy identificable, con la C de capitán y la palabra ‘Respect’, además del anagrama de la competición. Alemania no informó del propósito de su capitán y ayer llegó por sorpresa el anuncio de que la UEFA abría expediente. Con toda lógica, hubo una reacción tan contraria a la decisión que en pocas horas se rectificó, reconociendo el brazalete como un signo positivo de diversidad, sin connotación política. Bien hecho. De sabios es rectificar.

La base del expediente hubiera estado en el incumplimiento de la normativa UEFA, estricta en todo lo que suene a mensajes políticos. Toda la equipación debe ser presentada de antemano. En esta Eurcopa tenemos dos casos liosos: la camiseta de Ucrania presenta un mapita que incluye Crimea. Y la de Macedonia, unas siglas que discute Grecia, para la que Macendonia es su región norte, la histórica, la de Alejandro Magno. Ucrania y Macedonia mostraron antes a la UEFA sus camisetas, que se las aceptó. Alemania no lo había hecho en el caso del brazalete de Neuer, de ahí el asomo de expediente, resuelto con la rápida retirada.

Pero el desliz deja una reflexión: UEFA y FIFA, muy activas contra el racismo y la integración de la mujer al fútbol, rehuyen la causa de la diversidad sexual, tema aún tabú en fútbol. Esa batalla que quiere dar Neuer aún está lejos de los altos despachos. En parte porque el fútbol viene de una tradición muy del macho-machote y en parte porque en muchas regiones del mundo (no sólo el mundo árabe, en Europa, sin ir más lejos, en Hungría y Rusia) todavía se ve esa cuestión con la misma mirada, o aún más atroz, con que se veía entre nosotros hasta no hace mucho. Va siendo hora de que FIFA y UEFA levanten también esta bandera.