Borja Jiménez y el Depor: mismo objetivo, mismo reto
Veinte días después de su fichaje, Borja Jiménez fue presentado al fin como nuevo entrenador del Deportivo. El asunto se dilató por motivos formales, por esperar a hacer todo por el libro y no dar el paso hasta que Rubén de la Barrera, con contrato hasta el 30 de junio, se desvinculase y realizase su puesta de largo con el Albacete. Todo muy pulcro, aunque fue una lástima que esa formalidad no se mantuviese en la presentación del técnico abulense. El presidente Antonio Couceiro se hizo la foto de rigor sobre el césped de Abegondo bufanda en mano, pero Borja se sentó ante los micrófonos en su primer día de clase más solo que la una. Ni rastro del presidente, ni siquiera el nuevo secretario técnico. Una vez más un entrenador haciendo de portavoz del club, porque a Borja le tocó opinar del número de fichajes, del futuro de la cantera o lo complicado que es encontrar salida a los disparatados salarios que se ha encontrado en el vestuario. Ese papel de portavoz para todo ya le tocó, y agrandado, a Fernando Vázquez, y acabó totalmente quemado. El Depor, ahora con Abanca a la cabeza, debería de tomarse en serio establecer una comunicación directa con sus socios. Siempre es importante, básico, pero más cuando te espera una campaña de abonos complicada después de lo sufrido. Con este panorama, lo mismo nos toca preguntarle a Borja en su siguiente rueda de prensa, ante la falta de otros interlocutores, si le parecen bien o mal los precios de los nuevos carnets.
Además de las formas, que soy de los que les da mucha importancia, está el fondo, y ahí Borja Jiménez también se autopresentó. Y de forma notable. Con naturalidad, con la sensación de ser un tío de lo más normal. El nuevo técnico blanquiazul no se escondió, marcando como única e ineludible meta final el ascenso. Objetivo claro, lo mismo que lograr un Deportivo “protagonista, valiente y divertido” consciente de la importancia del equipo que va a dirigir. Y de igual forma, fue claro a la hora de avisar que el camino será complicado y pedregoso. Y aunque Couceiro no estuviese para decirlo, es el mismo y único objetivo que tiene el club, sabedor de la necesidad de pisar ya el fútbol profesional para comenzar a salir del agujero deportivo y económico en el que está el Deportivo. Ascenso al margen, club y técnico comparten también otro reto: la continuidad. Para Borja, a pesar de su juventud, porque es una muesca que le falta en su brillante currículum. Para el Depor, con Rubén de la Barrera como último ejemplo, qué les voy a contar.