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RAYO VALLECANO-GIRONA

Gasolina para el Girona más tozudo

El Girona, por lo visto en los primeros 40 minutos de partido, logró evitar la enfermería de Vallecas. Y salió a hombros. El lema que eligió el club para afrontar este playoff de ascenso a Primera no puede ser más acertado porque el “somos tozudos” quedó demostrado. Es su quinto playoff, su cuarta final, y con el 1-2 el sueño de regresar a Primera está a un solo paso de hacerse realidad. El final de curso gerundense está siendo para enmarcar y nunca se puede dar por vencido a un grupo con un gen competitivo envidiable. 40 minutos le costó presentar batalla, pero cuando lo hizo fue la tormenta perfecta. Y teniendo a Mamadou Sylla, que ya es el máximo goleador del Girona esta temporada con 11 goles, de líder. Partidazo del senegalés.

Pero Sylla no fue el único protagonista, en clave rojiblanca, de este partido de ida ante el Rayo porque el VAR sigue haciendo de las suyas. Antes del descanso y sólo cuatro minutos después del 1-1 de Franquesa, se anuló el 1-2 a Nahuel Bustos. De la euforia se pasó rápido a la incredulidad porque, otra vez, el arbitraje les colocaba piedras en la mochila. Es imposible no llevarse las manos a la cabeza tras ver el tanto que se les anuló. El VAR advirtió a Pulido Santana, que en el duelo de Liga en Vallecas entre ambos conjuntos ya obvió dos penaltis a favor del Girona, y este no dudó en vislumbrar que el balón le había tocado más en el brazo que en el hombro a Bustos. Mil repeticiones después es complicado tomar una decisión, pero llueve sobre mojado para el Girona. Porque a la hora de hablar de finales de playoff en el club rojiblanco es imposible no explicarlas sin polémica. El año pasado, sin ir más lejos, el VAR expulsó a Stuani en el duelo de vuelta contra el Elche. Este curso, en Vallecas, vuelve a dar qué hablar. La polémica y la bronca del descanso, en el que Iraola persiguió a Francisco, fue gasolina para los gerundenses y empezaron volando la segunda mitad. Sólo un minuto tardó Sylla en marcar. Y en la cabeza de todos los aficionados rojiblancos apareció el “¿lo va a anular ahora?” Imposible. Ahora sí. 1-2 y recompensa para un Girona que al final acabó dando las gracias al VAR porque se anuló el empate de Pozo. El próximo domingo, a Montilivi.