Sevilla, presión alta, 38 grados a la sombra...

España tiene dos cosas reconocibles: la presión alta y a Morata en fuera de juego. Lo primero duró quince minutos. Lo segundo, casi toda la noche. Lo conveniente sería que lo uno durara un poco más y lo otro un poco menos. Pero de momento es lo que hay. Luis Enrique sigue sin dar pistas de lo que tiene en la cabeza. Salvo que lo que tenga en la cabeza sea jugar cada partido de la Eurocopa con un once distinto. Si es así, perfecto. Va por buen camino. Pero creo que el equipo de anoche no es con el que va a comenzar el lunes 14 contra Suecia. A bote pronto, eché en falta entre los titulares a Pedri, Gerard Moreno, Jordi Alba, Azpilicueta y Dani Olmo. Bueno sería que el seleccionador fuera probando ya el cohete, que falta poco para la cuenta atrás.

Pero mientras llega ese momento, siguen las dudas. España no tiró a puerta en toda la primer parte, y en la segunda casi que lo mejor fue un control de Luis Enrique en la banda y, para que no se enfade, dos ocasiones de Morata y un remate suyo al larguero. El equipo acusa el esfuerzo de ir a buscar al rival casi en su propia área. Anoche salió un día de verano en Madrid, pero nada comparable a lo que son las tardes-noches en Sevilla pasada la primera quincena de junio. Los partidos ante Suecia y Polonia serán a las nueve de la noche, el tercero, contra Eslovaquia, a las seis de la tarde..., veremos lo que sube el mercurio y lo que eso afecta a la presión alta.