El (justo) campeón de la otra liga
¡La Real Sociedad es quinta! La guinda a una gran temporada, que hay que poner en mucho valor, porque sino estaríamos siendo injustos con la historia del club txuri-urdin. No es nada sencillo lo que ha hecho este equipo de Imanol Alguacil. Es más, me atrevería a decir que es complicadísimo. Y más en una campaña como la que termina: sin aficionados en las gradas, con el calendario más comprimido y con muchas dificultades por culpa de la pandemia del coronavirus. Es tremendo lo que han hecho estos jugadores y cómo han cerrado LaLiga.
Me tengo hasta que frotar los ojos y hasta pellizcarme para terminar de creerme todo lo está consiguiendo la Real con Imanol en el banquillo. Lleva dos años seguidos prácticamente metido en puestos europeos, esta temporada sólo ha estado dos jornadas fuera de Europa, y encima ha vuelto a ser campeón de la Copa del Rey 34 años después. Y desde que cogiera las riendas del primer equipo cada campaña ha sido mejor. Primero se quedó 8º peleando hasta la última jornada por Europa vía séptima plaza, después se logró el sexto puesto y este año ha terminado en quinta posición.
Que no, que no se le puede pedir mucho más a esta Real. Por pedir que no sea, pero si les soy sincero, honestamente creo que esta puede ser la mejor temporada que yo he visto de la Real Sociedad, estando a la altura de la del subcampeonato del 2002-2003 con Raynald Denueix, y de las del doble subcampeonato de Liga y Copa con Toshack. Tranquilos, tengo que matizar que en las temporadas de las dos ligas yo acaba de nacer y no las pude ver, claro. No me crucifiquéis. Pero es que lo que ha hecho este año la Real es gigante.
Estoy de acuerdo con que el partido de El Sadar ha sido un peñazo absoluto, que la Real durante mucho minutos no ha estado a la altura de lo que tenía en juego y que el tiempo que ha estado en séptima posición era un justo castigo a su pobre imagen ofrecida. Pero ese desenlace hubiera sido injusto. Y esta Real es diferente. Esta Real, aún estando mal, es capaz de levantarse y levantarte del asiento. Sufriendo, es verdad. Pero es que hay que saber ganar sufriendo. Porque a pesar de no estar haciendo su mejor partido, ya tuvo ocasiones claras en la segunda parte para haber marcado. Y entonces apareció Januzaj, otra vez Januzaj. Como la temporada pasada en el Wanda Metropolitano. Para sacar otra falta, ponerla con rosca, y esta vez fue Alexander Isak el que mandó la pelota al fondo de las mallas. Tenía que ser el 'Txipirón sueco', en el año de su confirmación en el fútbol europeo. Y lo del belga es para quitarse el sombrero. Quizá no sea el mejor jugador de equipo de este equipo, pero sí es un jugador que quiero tener en mi equipo, a pesar de lo anárquico que es y de que hay que saber llevarlo. Pero es que siempre aparece en los momentos más decisivos para hacer cosas decisivas. Y así la Real termina quinta, la campeona de otra liga. Y me parece que es premio justo a todo lo que ha hecho durante. No podía ser otro equipo quinto. Zorionak a todos!