Hace no tanto esto era un imposible

Hace dos temporadas, el Barcelona se llevó un varapalo en Budapest en su primera final de Champions. Entonces, las de Lluís Cortés se conjuraron con un objetivo: levantar el título continental. Han sido dos años, dos años de mucho trabajo, de crecimiento y de ambición para convertirse en el mejor equipo de Europa. El sueño continental al fin se ha cumplido. No sólo para el Barcelona, sino para el fútbol femenino español. España ya puede alardear de tener una Champions, un trofeo que hasta ahora nadie había conseguido traer. No hace tanto era un deporte menor, sin visibilidad ni patrocinadores, sin televisiones, ni casi público en las gradas, sin sitio en las radios ni en los periódicos. Hace no tanto nadie conocía a las Alexia, Jenni, Paños o Aitana y hoy son referencias para muchas niñas. Hace no tanto ninguna mujer había jugado en grandes estadios como el Wanda, el Camp Nou, Mestalla o el Benito Villamarín. Hace no tanto el fútbol era un deporte de hombres para muchos... hoy es un deporte donde la calidad, la técnica y la emoción no entiende de sexos. Y este Barcelona ha ofrecido a su afición la alegría que los Messi, Griezmann o Ter Stegen no han podido dar.

El Barcelona se mostró como una apisonadora ante el Chelsea. Brindó un espectáculo en una primera parte que tuvo un sólo color: el azulgrana. Fútbol en estado puro. Combinaciones, regates, calidad y dominio para hacer muy pequeñito al Chelsea, como en su día el Olympique de Lyon hizo con aquel Barcelona que llegó a la primera final de Champions de un equipo español. Con 0-4 al descanso, la segunda mitad fue un trámite en el que Lluís Cortés premió a jugadoras importantes que no habían salido de inicio y bajó un poco el pistón para disfrutar de lo que ya tenían. La Champions ya estaba en las vitrinas del Camp Nou.

La primera Champions española de, esperemos, muchas. Porque este equipo parece no tener techo. Con un grupo que lleva años jugando juntas, con ocho españolas en el once de la gran final, siete repitiendo de aquel conjunto que cayó hace dos temporadas. ¿Ha nacido una nueva era? Igualar lo que en su día hizo el Olympique levantando cinco Champions consecutivas es improbable, pero nada es imposible. Las distancias, aquellas que separaban al fútbol español de las grandes potencias, ya no es tanta. Ahora la distancia es entre el Barcelona y el resto...