Las grandes citas no son de Koeman
Solo el Madrid sacó algo en claro del apagado pulso del Camp Nou. Si quiere LaLiga, es suya. El Barcelona no quiso ser el Barcelona durante mucho tiempo y al Atleti no le alcanzó porque no es el que era. No salió bien parado Koeman, deslegitimado por su tímido planteamiento de partido. Se vio a un Barcelona muy precavido, sin iniciativa en la presión y que quedó todavía más confundido tras la lesión de Busquets. Extenuado Pedri, contenido De Jong, solo Messi pudo imponer de vez en cuando su narrativa en acciones individuales de alto nivel que acercaron al Barcelona a un triunfo que hubiera sido injusto. En el otro lado, Simeone dio forma a un Atleti valiente. Su equipo viajó junto, empujó con el bloque en campo contrario y negó los pasillos interiores al Barça.
El primer tiempo fue de claro color rojiblanco. La estrategia que diseñó Simeone sirvió al Atleti para recuperar en zonas avanzadas, hundir al Barcelona y transitar con peligro. El adiós de Lemar le robó unos metros de inicio que Carrasco se encargó de ganar de nuevo en su particular enfrentamiento con Mingueza. El canterano culé nunca midió dónde y cómo salir a su paso y el belga aproximó al Atleti a la portería de Ter Stegen. La entrada de Araujo lo arregló. Faltó algo de Marcos Llorente, la única pega del sistema de Simeone, que le alejó de los metros finales. Esta circunstancia rebajó su aportación y, junto a la falta de combustible de Suárez y Correa en la segunda parte, dejó al Atlético sin grandes oportunidades de victoria con el paso del tiempo. No se entiende la inacción de Koeman y su perseverancia en mantener el sistema de tres centrales tanto rato. Dembélé entró demasiado tarde, a Griezmann le faltó campo y apenas Messi y las apariciones de Jordi Alba incomodaron al conjunto rojiblanco. LaLiga toma otro color ahora. Las grandes citas no son del Barça. El Atleti espera el favor del Sevilla.
El duelo desigual
Desmarque de ruptura de Carrasco ante Mingueza, que no sabe cómo defenderlo y pierde en la carrera. La línea azulgrana está mal escalonada.
Lenglet divide
Aparición del central para estirar por la izquierda y superioridad posicional del Barça. Ilaix tiene una gran ocasión.