No conviene despreciar a nadie

El Barcelona lo hizo con el Granada y no sólo se dejó el liderato, es que arruinó media Liga. Le despreció, tenía la vista puesta en el Atlético, pero para eso aún quedaban muchos días. Y el Sevilla le copió la postura. Se tomó el partido ante el Athletic como un ejercicio rutinario, pensando que la victoria estaba sellada sin salir al campo. Error. Este Athletic ya le dio un mordisco al Atlético y ayer arruinó al cuadro nervionense. Ya no tendremos el fin de semana excitante con los cuatro primeros enfrentándose entre sí y jugándose el título, porque a los leones les ha dado por sacarse la espina del Pizjuán, donde no ganaban desde un portentoso partido con Bielsa hace diez años.

Marcelino, que no celebró el triunfo por respeto a su exequipo, debe tomar nota. La segunda o incluso tercera unidad le han permitido ganar en el campo del más grande tras los grandes. No se puede tener al equipo hecho unos zorros en abril. Pasó con Bielsa, Valverde, Garitano y ahora con García Toral. La factura física y mental es enorme. O se abre la mano con 18 hombres o seguiremos fracasando cuando se juegan los títulos o se ponen en la ventanilla de LaLiga los billetes para Europa. El equipo se encerró atrás a la espera de la estampida de los Williams. Sancet, ayer con metros por delante y no tan cerca del área como al técnico le gusta ponerlo, midió de cine en el contraataque del gol. Había cero expectativas en Bilbao, pero este equipo no deja de burlar a la lógica.