El Villarreal irá a Londres con una renta menor de la que pudo conseguir y que llegó a tener. El gol de Pépé de penalti, muy protestado por Trigueros y Raúl Albiol en el postpartido (si alguien pensaba que el conato de Superliga pasaría factura a los insurgentes que vayan cambiando de idea), llegó en el primer remate entre palos del Arsenal, que solo hizo ese y un posterior en el minuto 94. Hasta ese gol de penalti, el conjunto amarillo tenía la eliminatoria donde quería y al conjunto inglés contra las cuerdas. El Arsenal evidenció porqué va décimo en la Premier pero también porqué se dice que allí se va con una marcha más. La intensidad y Ceballos fueron sus únicos argumentos y el utrerano se fue antes de tiempo tras ser expulsado.

Ahí tuvieron la bola de partido los de Unai. Con 2-0 y Ceballos en la caseta. Pero el Villarreal no remató la faena con un tercer gol, que rozó Gerard Moreno y que no entró la yema de los dedos de Leno. Y después llegó la patada que dio Saka a Trigueros y que el colegiado interpretó como penalti. Así el gol de Pépé daba vida al moribundo y deja la eliminatoria abierta. El lema que presidía la grada central de La Cerámica, “Nuestra historia, nuestro sueño, nuestro momento”, deberá hacerlo válido el Villarreal dentro de una semana en Londres. Nadie dijo que fuera fácil llegar a una final.