Un súper regalo para un súper Barcelona... a ratos
La de Trigueros es una roja de las que todos dicen clara, pero que cuesta una vida ver que se le pite en contra a los súper equipos.
El Villarreal tiene complicado jugar la Superliga, si es que algún día se juega. El Villarreal no tiene el nivel que parece hay que tener para poder estar en ella. Los amarillos están en un momento en el que rondan la zona noble, en el que se acercan incluso a poder pelear un título. El jueves sin ir más lejos se jugará sus opciones contra el Arsenal, uno de los elegidos para esa Superliga. El Villarreal, por ello, da sensación de acercarse a ese nivel, pero que sigue a un paso por detrás.
El de la Cerámica contra el Barcelona era un partido de los bonitos, de esos que valen la pena ver. Dos equipos con buenos jugadores, con una idea de juego valiente y con llegada. Y así salió, aunque en la primera parte se vio al Barça súper, un equipo que apretó y generó mucho. La tuvieron los de Koeman para matar antes del descanso, pero no lo hizo. De hecho si cogió ventaja fue por un par de súper regalos, que no son normales.
En el segundo tiempo el Barça planteó un partido más rácano, de esos que en la Superliga no te los permitirían. Sin el nivel y el glamour necesario. En ese momento parecía que el Villarreal vio la opción de meterse en el encuentro de nuevo, de hacerse súper. Y parece que lo hubiera hecho si no le expulsan a Trigueros, en una roja de esas que todos dicen clara, pero que cuesta una vida ver que se le pite en contra a los súper equipos. El Barça se llevó el partido, jugó con fuego, pero salió airoso de la Cerámica ante un Villarreal que no supo ser súper.




