Un Bayern descabezado, un Neymar titánico
Fue una eliminatoria colosal, un duelo de titanes que dejó al Bayern en la lona, muerto, un gigante que no podrá revalidar su título del año pasado. El PSG le deja fuera después de un partido tremendo, una oda al fútbol como lo fue la ida. Los bávaros lamentarán no haber llegado a este momento con Lewandowski sobre el campo. Esto es la Champions, señores. Le pasó muchos años al PSG con Neymar, lo saben bien en París. Para ganar este torneo hay que tener suerte. Mucha suerte. También con las lesiones.
El Bayern cayó de manera encomiable, eso sí. Hasta el último instante estuvo cerca de dar la vuelta a una eliminatoria que venía muy torcida de Múnich. La sensación es que a este equipo le quedaba cuerda para volver a ser campeón, pero un mal día en Europa te deja fuera. Veremos qué consecuencias tiene esto para Flick, injustamente enmarañado en la crisis interna que empieza a barruntarse en el club.
La noche también fue grandiosa para Neymar, a pesar de fallar numerosas ocasiones. No hay otro futbolista que a su mejor nivel sea tan desequilibrante como él. Sus gritos de rabia en la celebración hablan mucho de lo que es este PSG que por segundo año consecutivo alcanza las semifinales. Es ahí donde se le exige estar por potencial. Y es ahí donde necesita estar para conservar a Neymar y Mbappé, verdugos del Bayern en una eliminatoria para el recuerdo.