Queda Zidane para rato

Poco a poco Zidane ha ido levantando a un equipo que hace un par de meses parecía estar muerto. La victoria ante el Barcelona confirma a las claras el cambio de dinámica. Liverpool y Clásico de una tacada. Líderes provisionales de LaLiga y con un pie en las semifinales de la Champions. Ahora todo parece funcionar. Vinicius es un rayo y además decisivo. Volvió loco al Barça en la primera parte y provocó falta que luego marcó Kroos. De repente Militao parece un relevo de garantías para Ramos y Varane. Y Lucas se confirma en otro partido grande como un lateral de élite (una pena su lesión). Incluso Odriozola vuelve a aparecer y Marcelo cumple un rol desde el banquillo...

Pero Zidane no es sólo un motivador. En el Clásico volvió a dar una lección táctica. Primero, con la sorpresa de meter a Valverde en el once titular para hacer más fuerte la banda derecha y parar las subidas del carrilero Alba. El uruguayo no sólo cumplió con esa función, sino que una cabalgada suya rompió el partido. Después, cuando el Barça había marcado y empujaba para el empate, el francés se sacó de la chistera un triple cambio. Vinicius, Benzema y Kroos por Isco, Mariano y Marcelo. Y cambió a defensa de tres centrales anulando de un plumazo el impulso blaugrana. No es flor. Simplemente, Zidane está haciendo historia en el Madrid.

Cuando más complicado parecía su futuro (¿recuerdan su dura rueda de prensa a primeros de febrero?) Zidane se ha asegurado tener la posibilidad de acabar su contrato, que se extiende hasta 2022. En el Madrid ya no hay dudas. Que siga es la mejor opción. Quién sabe si la temporada que viene, ya con algún recambio galáctico (Mbappé, Haaland o Alaba), el técnico francés pueda iniciar un tercer gran ciclo en el Madrid.