La Cartuja, nos debes una, en 14 días nos vemos

Tendrá que ser a la segunda. El primer intento para acabar con 37 años de sequía de grandes títulos en Bilbao se fue al limbo. La final iba por el guion previsto: mucha emoción y poco riesgo. Pero en la segunda parte la Real salió a acunar el partido con su posesión y el Athletic se quedó sin dar ni tres pases seguidos, no le cogía el pulso al derbi. Yeray, que llevaba un gran derbi, tuvo un error garrafal y el pase de Merino a Portu era medio gol.

Imanol puso todas las zancadillas posibles sobre Muniain, jugador clave a la hora de armar el juego de los leones. El capitán casi siempre recibía de espaldas, incómodo. El equipo txuri-urdin trabajó muy bien la salida de balón enemiga y prodigó la reiteración de faltas para taponar una de las grandes virtudes del sistema Marcelino: montar contragolpes ante cualquier pérdida del adversario.

Tras el circo con el VAR, llegó el mazazo. El Athletic quedó tocado, pero siempre se levanta en la cuenta de protección. Está acostumbrado a salir vivo de las peores situaciones, pero esta vez el puñetazo le dejó sin aliento. Doce eliminatorias o finales seguidas llevaba así. Y llegó el final de la racha en el peor momento. Hasta dentro de 14 días, La Cartuja. Nos diste la Supercopa y nos niegas la Copa. Si es una sí, una no, una sí... ahora nota levantar el trofeo ante el Barça. Nos lo debes.