Papá Haaland en Barcelona: bombazo o farol
Barcelona no duerme los Jueves Santo. Un Jueves Santo hace cinco años se nos fue el más grande, Johan Cruyff; y un Jueves Santo se ha plantado el padre de Erling Haaland, el jugador del momento, para hablar con Joan Laporta de, tal vez, un futuro de su hijo con la camiseta azulgrana. La cumbre tiene varias interpretaciones. La malvada sería pensar que estamos ante una escenificación del nuevo presidente, que haría ver a su gente que tiene la fuerza y el carisma como para traer al padre de Haaland a sentarlo en su mesa a comer y a negociar. Y que si luego no hay dinero, pues que al menos se intentó. También lo hizo hace unas semanas con Pini Zahavi, agente de David Alaba.
Pero no parece que sea así. Primero, porque el modus operandi no ha sido el de la filtración. Un freelance captó la imagen de Haaland padre y Raiola llegando a Barcelona y siendo recogido por el chófer de Laporta (Eduard) y la distribuyó a los medios. No había un chivatazo directo. Y luego, porque Laporta ya demostró que en situaciones económicas delicadas tuvo la audacia de conseguir fichajes como los de Márquez, Deco y, sobre todo, Ronaldinho.
Es difícil pensar que con los días duros que vive la economía del Barça, el fichaje de Haaland, el jugador del momento, la bomba del mercado, vaya a ser una realidad. Desde dentro del club azulgrana se admite que es casi imposible. A Laporta se le tendrían que alinear todos los astros para conseguirlo. Primero, una voluntad inequívoca del jugador de ponerse la camiseta azulgrana. Y luego, la destreza para conseguir ingresar, con ventas de jugadores, el dinero necesario para pagar el traspaso que marque el Dortmund.
El golpe de efecto del Barça, eso sí, es espectacular. Ponerse en la pole position de las reuniones con el padre del jugador ponen de nuevo al club azugrana en el centro de la escena mundial. Eso, y no otra cosa, es lo que quiere Laporta.