Cristiano, ha llegado el momento de cerrar heridas

El ser humano tiende a sufrir problemas de memoria cuando se trata de ser justo con todos aquellos que nos ayudaron a ser mejores, más fuertes y más felices. El fútbol suele padecer esa lacra, traducida en un desdén frío y calculado cuando nos toca echar la vista atrás y ser generoso con los que ahora nos necesitan. Ya sé que Cristiano tiene la vida resuelta y que nadie le obligó a irse hace tres años. Pero también hay que entender que durante una década ayudó al Madrid a dibujar la segunda página más brillante de su centenaria historia, con cuatro Champions conquistadas en cinco años inolvidables.

En Turín ha comprobado el portugués que lejos del Madrid hace mucho frío. Y no me refiero sólo al aspecto climatológico, que también. Pero eso es tan cierto como que el Madrid perdió igualmente con ese doloroso divorcio, dado que durante dos años no fuimos capaces de pasar de octavos en la Champions, dado que sin los goles del killer de Funchal todo ha sido mucho más difícil. Cristiano está dibujando un quite del perdón, traducido en un discreto "llevadme de nuevo al Bernabéu, por favor". Yo lo haría. Sería un revival maravilloso...