Zidane merece su suerte
El éxito está en el origen. El estudio meticuloso de Zidane de cómo es la Atalanta de Gasperini hizo que se jugara a lo que el Madrid quería en toda la eliminatoria. Curiosamente solo le alcanzaron las dudas cuando actuó contra diez en Bérgamo, un escenario que varió el plan de partido y trastocó lo ideado. Sin apenas conceder nada, equilibrado y serio en todo momento, desnaturalizó a una Atalanta que se perdió en sus persecuciones individuales por el buen pie blanco. La autoridad notable del Madrid, atribuida a todo el bloque esta vez, con Modric, Kroos y Benzema como líderes, provocó que no se sumergiera en ese ida y vuelta tan peligroso que pretende Gasperini. El equipo viajó junto, gestionó la posesión de forma inmejorable y castigó cada equivocación rival con una eficacia notable. Nada desacredita la victoria del Madrid, ni tan siquiera el error burdo de Sportiello.
Como probó ante el Elche o antes frente al Getafe, Zidane repitió el dibujo de tres centrales y ajustó una salida tan limpia que la Atalanta apenas incomodó al Madrid en los minutos iniciales. No se puede poner en duda la creatividad del entrenador blanco en este aspecto del juego. Lo tenía todo preparado. Reclamó que Kroos y Modric bajaran, utilizó a Nacho abierto en la izquierda y ordenó a Mendy que se moviera por zonas interiores. La actitud aventurera del jugador francés, al que Zidane dio toda libertad para explorar el campo y las grietas de la Atalanta, resultó tan extraordinaria como útil. El plan era atraer a los de Gasperini para después atacar con las paredes de Benzema y la profundidad de un superlativo Vinicius. El Madrid desgastó así a la Atalanta, que se cansó de correr de un sitio al otro sin robar en los lugares que quería. No pudo transitar, no pudo ser ella misma. A la estrategia de Zidane se unió el altísimo nivel técnico blanco y un orden defensivo importante, más si cabe ante la ausencia de su barrera como es Casemiro. Solo hay un camino para el Madrid y es este. Zidane buscó su suerte y la mereció.
La maniobra de salida
Kroos o Modric bajan a recibir y arrastran a los medios de la Atalanta para generar el hueco en la siguiente línea. Lucas, Mendy o Valverde, como en la imagen, vienen a ocupar ese espacio libre.