La ley de Fernando y la fe de Canales
El derbi sevillano mostró muchas de las virtudes esperadas y también algunas de las carencias existentes. Hubo más de las segundas en el Betis, que sí mostró más carácter e ímpetu que en choques precedentes. Pero no suele bastar si el enemigo tiene bazas más decisivas sobre el césped. A la apuesta atrevida de Pellegrini respondió Fernando. Quizás no era el mejor Sevilla, pero el brasileño reinó tapando espacios y salvando pérdidas en zonas claves. El ex de Oporto o Manchester City le ganó la partida a los centrocampistas verdiblancos con una demostración de fuerzas que terminó con su físico roto antes del 80. Pero ya había dejado su firma.
El Betis buscó líderes cuando más los necesitaba. Canales se paseó por la zona izquierda del ataque, luego buscó juntarse más a Fekir y terminó, como casi siempre, siendo el medio centro del equipo. Pero el santanderino no atraviesa su mejor momento y lo notó su equipo, el mismo que subió dos peldaños en su rendimiento cuando él regresó de su lesión. Pese a todo tiró de fe y de orgullo. Lanzó cada balón parado y lideró cada ataque con el afán de encontrar más aliados en un Betis que tuvo más corazón que talento en el Pizjuán. No sirvieron los cambios, ni la irrupción de una leyenda como Joaquín que suma ya 20 derbis al igual que Jesús Navas. Los dos se abrazaron al cierre de otra fiesta para la ciudad. El bético se llevó la cruz y el palaciego la gloria del reparto de golpes en Nervión.