El PSG revivió fantasmas del pasado en el Parque de los Príncipes. Ni la final de la Champions de 2020 ha permitido asentar mentalmente al equipo en las citas europeas. Fue un equipo frágil, endeble y que estuvo al borde de la desesperación.

En medio de la tempestad apareció Keylor Navas, que no sabe lo que es perder aún una eliminatoria de Champions League y que revivió a su equipo de los infiernos tras pararle un penalti a Messi, el mismo que le había desafiado minutos antes con uno de sus mejores goles en la máxima competición europea. A diferencia de otras debacles, en esta ocasión sí había un portero. Si en 2019, Buffon erró, y en 2017, Trapp en La Remontada, Keylor fue un seguro de vida para un PSG que evitó una debacle histórica ante el Barcelona.