Justo hace un año se disputó en el Wanda Metropolitano el último partido con aficionados en las gradas. Fue un ardiente Atlético-Sevilla, que acabó en tablas. Ahora llega el derbi, de nuevo atípico al no poder contar con el calor de la afición. Mi primer recuerdo emocionado va para todos los que nos dejaron. El encuentro, por otro lado, nos presenta situaciones contradictorias. Verte llorar estos días, querido Roncero, por las decisiones de los colegiados deja a los atléticos perplejos. El mundo al revés. Una de las principales preocupaciones de la parroquia rojiblanca es ver por dónde el colegiado Hernández Hernández se la liará al Atleti. Y más después de lo que armó Velasco Carballo con las palabras acerca de la acción de Lemar ante el Villarreal.
Mal empezaste si de inicio recurres al viejo truco arbitral, algo que se supone fuera de lugar en un club tan caballeroso y señorial. Quitando el foco en el árbitro, el Atlético quiere sacarse la revancha del 2-0 de la ida, donde el Madrid fue mejor. Me encanta que hables de las Copas de Europa, todo en pasado, aunque sé que lo haces viendo la que te va a caer encima. El Atlético tiene motivos para encarar el partido con alegría. Después de muchos encuentros, el equipo se rearma y cuenta casi con todos sus efectivos.
El Atlético es el líder, aunque le pese a muchos, y el Cholo sigue empeñado en darle guerra a Real y Barcelona. Simeone, por cierto, le ha dado cariño a Marcos Llorente y Luis Suárez, encantados ahora de vestirse de rojiblancos. ¿Te imaginas una victoria del Atleti con gol de Llorente? Tranquilo, Tomás, pase lo que pase el líder seguirá siendo el mismo.