La marca Barça se hunde

A falta de saber las consecuencias reales que tendrán los registros de los Mossos d'Esquadra en el Camp Nou, es una certeza que la mancha de Bartomeu crece. Algo tan cutre como crear cuatro cuentas de facebook para erosionar de manera infantil la reputación de leyendas como Xavi, Guardiola, Messi y Piqué, ha acabado en los juzgados por mala praxis y por posibles delitos de administración desleal y corrupción entre particulares. Un escándalo que desnuda la bajeza moral de la anterior directiva. Si se descubren más grietas en el Barçagate, el asunto sería más grave. Porque o se ocultaron detalles a Pricewaterhouse o la auditoría fue de juguete.

El Barçagate ya está en la historia negra del club como lo estaba la asunción, por parte de la directiva de Bartomeu, de dos delitos fiscales en el fichaje de Neymar en los años 2011 y 2013. Por primera vez en la historia, el club admitió su culpabilidad como persona jurídica. Un precedente gravísimo que ahora crece. La marca Barça se hunde.

La mancha de Bartomeu, sin embargo, puede mirarse desde un prisma esperanzador. Igual que en el caso Neymar fue un socio, Jordi Casas, el que hizo mover la maquinaria judicial, en el Barçagate ha sido otro grupo de ocho socios el que ha impedido que el asunto quedase en agua de borrajas y en una auditoría light. Los socios están vigilantes y eso mantiene vivo al Barça. No todo sale gratis.