Hemos entrado de lleno en un ciclo en el que pronunciamos reiteradamente esa frase de “hoy se cumple un año de la última vez que…”, antes de que la pandemia cambiara radicalmente nuestras vidas. El pasado domingo, 21 de febrero, se cumplió un año de “la última vez” que Madrid albergó una reunión de atletismo con público, que para muchos de aquellos 3.000 aficionados también fue “la última vez” que presenciaron un espectáculo deportivo en España. Aquella noche de viernes, la magia invadió Gallur con el récord del mundo indoor de Yulimar Rojas en triple salto, 15,43 metros, un salto galáctico que también recuperaba la tradición madrileña de albergar plusmarcas. En otros tiempos se vivieron en el Palacio de Deportes, en Vallehermoso… Y ahora ha tomado el relevo este pabellón del barrio de Los Cármenes, en el distrito Latina. Otra sede fascinante. Yulimar añadió entonces el 31º récord a la historia del atletismo de Madrid. Y ayer, en el mismo escenario, fue Grant Holloway quien sumó el 32º registro mundial, con un crono de 7.29 en 60 metros vallas.

Holloway batió la marca de 7.30 de Colin Jackson que databa de 1994, cuando aún no había nacido este fenómeno de 23 años que suma 54 victorias seguidas en carreras de vallas. Una figura deslumbrante. El estadounidense no sólo ha prolongado el palmarés madrileño, sino que lo ha hecho en una disciplina de velocidad, que es donde más plusmarcas se encadenaron en la época gloriosa: Nelli Cooman, Leroy Burrell, Merlene Ottey, Andre Cason, Irina Privalova, Maurice Greene… Ahí pueden identificar el nombre de numerosas estrellas del atletismo, que es a lo que apunta Holloway. O ya lo es. En el horizonte otea los Juegos de Tokio, donde será rival directo de Orlando Ortega. Un año y tres días después, la magia regresó a Gallur. Ahora sólo falta el público para completar el embrujo.