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Así de molestas son las lesiones abdominales en tenis

Minimiza el riesgo de contraer una lesión en la zona abdominal mientras juegas al tenis y evita molestias que interrumpan tu rutina deportiva.

No sé si estaréis siguiendo el Open de Australia este año, pero las lesiones abdominales están a la orden del día. El caso más sonado ha sido el de Novak Djokovic, aunque ha habido otros muchos jugadores que no han podido seguir avanzando en el cuadro por culpa de esta dolencia.

Lo cierto es que las lesiones de este tipo son bastante frecuentes en nuestro deporte favorito. Si tenistas profesionales, que tienen un físico privilegiado, un fisioterapeuta y a un preparador que los mantienen en forma, padecen dolencias abdominales, nosotros, en categoría amateur, también estamos expuestos. Es cierto que el esfuerzo que hacemos no es el mismo que el de un jugador de élite, pero también debemos tener en cuenta que nuestro físico también es diferente.

La Federación Internacional de Tenis (ITF), como hemos visto en otras publicaciones, suele publicar documentación útil acerca de las lesiones más comunes en el tenis, de qué manera identificarlas y cómo tratarlas. Por ese motivo, nos hemos basado en un documento de este organismo para abordar este tema de la manera más precisa posible.

¿En qué consiste una lesión abdominal?

Las lesiones abdominales suelen implicar un tirón o un desgarro parcial de los músculos del abdomen. De forma común, este tipo de dolencias afecta al recto abdominal del lado no dominante, aunque también pueden verse afectados los oblicuos.

El movimiento que mayor esfuerzo requiere a nivel abdominal es el servicio, ya que se produce un nivel de tensión muy alto en el momento de flexión, cuando arqueamos la espalda hacia atrás. Después, en el momento de golpeo, los músculos abdominales se contraen, liberando toda la energía que habían generado en el momento previo.

Otro de los momentos de mayor exigencia en esta área es cuando golpeamos una derecha en una posición abierta, ya que, al no colocarnos de lado, debemos generar gran parte de la fuerza a través de la rotación de nuestro torso.

Cuando sufrimos una distensión muscular abdominal, vamos a sentir un dolor punzante cuando contraigamos el músculo afectado.

Recuperación

En el momento en el que notemos la lesión o la molestia, lo primero que debemos hacer es dejar de jugar y aplicar frío en la zona afectada. Normalmente, este primer paso suele ser común a casi todas las lesiones musculares. Tan pronto como el dolor vaya remitiendo, podrás empezar con la rehabilitación. Si sientes que la lesión puede ser seria, no dudes en consultar con un médico especialista.

El proceso de recuperación debe comenzar con una fase en la que vayamos mejorando poco a poco el funcionamiento normal de nuestros músculos. Para ello, efectuaremos estiramientos abdominales suaves y contracciones isométricas (ejercicios en los que contraemos los músculos sin un movimiento articular apreciable).

En el momento en el que puedas realizar los ejercicios de estiramiento y contracción de manera habitual, con seguridad y sin sentir dolor, puedes empezar a entrenar nuevamente con tu rutina de ejercicios abdominales para fortalecer toda esa zona. Asegúrate de que haces los ejercicios correctamente y que no realizas un sobreesfuerzo, ya que sería contraproducente en el proceso de recuperación. Conforme vayas sintiéndote mejor, empieza a trotar un poco, haz carreras suaves y ve aumentando la intensidad progresivamente, hasta llegar a realizar esprines.

El último paso en el proceso de recuperación es volver a la pista. A veces, incluso con una distensión abdominal, puedes seguir jugando al tenis, pero en ese caso, mientras sientas dolor, debes evitar la ejecución de servicios y remates. Lo mejor es empezar peloteando con una pared, golpeando la pelota con suavidad de derecha y de revés a la altura de la cintura. A medida que vayas sintiéndote mejor, ve realizando golpes de mayor exigencia, como derechas altas, voleas y segundos servicios suaves. Entonces, ve aumentando paulatinamente la intensidad hasta recuperar tu nivel tenístico anterior a la lesión.

Prevención

  • Mantén una rutina de ejercicio físico que te ayude a estar en forma
  • Presta especial atención a los ejercicios abdominales y fortalece bien toda la zona abdominal.
  • Ejecuta tu saque con una técnica adecuada.
  • Respeta los períodos de descanso después de una intensa sesión de tenis.

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