'Medri' y la ceremonia de los abrazos
Cuando entró Pedri, el talismán de Tegueste, el Barça jugaba a mantener la diferencia de un gol sobre el voluntarioso equipo de Abelardo. El aire del canario liberó al equipo y empezó a jugar como si no hubiera otro horizonte que la alegría. Su asociación de ligereza y contundencia con el espíritu de Messi justificó que Lluis Flaquer, en Carrusel Deportivo, acuñara una síntesis de sus nombres.
'Medri', dijo el narrador de esta fase de la historia cuando ambos futbolistas, uno llegado del cielo insular de y el otro del río del fútbol argentino, habían generado travesuras inteligentes. Luego el maestro Alfredo Relaño, que ha cumplido 70 años, habiendo visto desde Di Stefano a Messi, celebró esa denominación que ya es una marca de cómo se puede jugar y ser felices.
Relaño explicaba hace unos días esta nueva costumbre azulgrana que lleva a los futbolistas de Koeman a abrazarse como si acabaran de tocar la gloria y todos la hubieran propiciado. Esa liberación de la tensión que traduce así la alegría fue como un soplo de aire, mezcla de Tegueste y de Rosario, que ahuyenta las oscuridades que con tanta frecuencia visitan en estas temporadas las esperanzas azulgranas. Y, como cantó anoche de nuevo don Luis Suárez, “no te vayas Leo Messi, que nos vas a escarallar”. Don Luis acabará diciendo Medri.